Paradigmas Vol. 3, No. 1 | Page 48

Mejía Navarrete
de autonomía y, a la vez, carece de una ética de la responsabilidad cuando es producto de las fuerzas de la sociedad que lo constriñe. Las implicancias de la ética de la responsabilidad dependen no sólo de las intenciones del individuo, sino también de los condicionantes propios del contexto social en el que tiene lugar. Morín lo expresa de la siguiente manera: « El individuo es irresponsable si se le considera el juguete de las fuerzas anónimas y oscuras( sociológicas, ideológicas, pulsionales) y responsable si se le considera como sujeto dotado de una autonomía relativa »( 2006, p. 109).
El individuo tiene responsabilidad ética cuando la acción depende de sus intensiones y de las decisiones que toma. El individuo no es responsable cuando la acción escapa a la voluntad del actor a medida que el medio social puede influir en los resultados de la propia acción, lo que llevaría a que ésta pueda fracasar, ser alterada o desviada. Morín denomina a esto último ecología de la acción. Por ejemplo, un individuo con altos sentimientos morales puede alterar su conducta si entra en un medio adverso como la cárcel, un grupo criminal o la guerra.
Edgar Morín desarrolla una ética de la responsabilidad compleja entre tres instancias: individuo, especie y sociedad. La ética de la responsabilidad es una relación compleja porque es, a la vez, dialógica, antagónica y concurrente: dialógica, porque son instancias complementarias que interactúan en una unidad; antagónica, porque se oponen entre sí con una especificidad singular cada una de ellas; y, al mismo tiempo, concurrente, porque tienen necesidad de coexistir unas con otras.
La ética de la responsabilidad compleja que propone Morín sólo puede ser entendida en lo que denomina la ética planetaria, la cual es una ética universal y humanista. Es una ética universal porque es una ética que apertura e integra en una comunidad mundial las formas particulares; y, por otra parte, es una ética de la comunidad humana como unidad mundial y, a la vez, se reconocen las diferentes éticas nacionales. Esta ética universal supone, en sí misma, una fuerza de interrelación fundada en la fraternidad, responsabilidad y solidaridad, que es necesaria para el destino de la humanidad planetaria.
Este tipo de ética de la responsabilidad que formula Morin es a la vez una ética de humanismo planetario porque posibilita elevar el nivel de consciencia en la actuación y el comportamiento humano en la Tierra. Es decir, se trata de una ética humanista porque, por un lado, impone la necesidad de la toma de consciencia en la comprensión de la unidad planetaria y, por otro lado, conlleva una mayor

46 | Paradigmas, ene.-jun., 2011, Vol. 3, No. 1, 33-48