De la física cualitativa
por la racionalidad con la que se investiga y los datos son procesados con la lógica de esa racionalidad matemáticamente expresada. Lo cual hace emerger el problema de si la matemática posee una sola lógica o si existen matemáticas construidas con lógicas diferentes; si la matemática contiene también una sola ontología, ninguna o tantas ontologías como lógicas diferenciales.
El conocimiento construido con datos matemáticamente expresados y procesados, constituye un despliegue formal de la conciencia, en el que los objetos concretos reales aristotélicos han desaparecido, trabajándose con figuras de pensamiento que sólo tienen sentido en la teoría de la que forman parte o en teorías con la misma filiación ontoepistemológica. Es hasta Galileo que se da el divorcio definitivo entre la ciencia cualitativa y la ciencia cuantitativa porque, como señala Brun « los Pitagóricos no han consumado el divorcio entre la cantidad y la calidad; para ellos hay un elemento espiritual de los números que les da existencia verdadera, que no se puede reducir a simples medidas »( 2002, p. 38).
Para arribar a la matematización de los objetos reales es necesario diferenciar lo sensorial de lo racional y dar prioridad al segundo. Y esto es percibido claramente por Descartes cuando señala: « Luego, por añadidura, yo tenía ideas de varias cosas sensibles y corporales: pues aun suponiendo que soñara y que fuera falso todo cuanto veía o imaginaba, no podía negar, empero, que las ideas no estuvieran realmente en mi pensamiento …»( 1970, p. 69-70). Resulta sorprendente que un pensamiento idealista como el platónico esté en la base del proceso de conversión de la ciencia en fuerza productiva y que la matematización del proceso de construcción de conocimiento siente las bases de la aplicación de la geometría y la precisión matemática a la construcción de herramientas, aparatos e instrumentos. La geometría y la matemática – consideradas por los griegos como útiles sólo para el estudio de los objetos celestes – son usadas ahora para el estudio de los objetos terrenales, antes considerados por los aristotélicos como no matematizables. Ahora, la matemática y la geometría operan « así en la tierra como en el cielo ».
Del mismo modo que en Platón, en Galileo el conocimiento científico se construye por medio del pensamiento puro, del ejercicio de la razón y no por medio de los sentidos. En la ciencia, por tanto, se formulan experimentos en la pureza de la idea y se construyen instrumentos para percibir, medir o contar contenidos de la razón y no contenidos de lo real empírico que es en donde habita la experiencia. El experimento científico se vuelve contra la experiencia empírica.
Paradigmas, ene.-jun., 2011, Vol. 3, No. 1, 9-29 | 19