Paradigmas Vol. 3, No. 1 | Page 17

De la física cualitativa
a Aristóteles y hoy día nos encontramos con múltiples teorías basadas en categorías y conceptos provenientes de diferentes filosofías pero articulados en una sola racionalidad y, por consiguiente, expresados en una sola teoría.
La ciencia inaugurada por Galileo está sustentada en dos ideas:( 1) la infinitud asociada a la línea recta y( 2) la estructura matemática de la naturaleza. Galileo no aceptó la infinitud del universo pero sí la infinitud ideal de la línea recta.
Ptolomeo coloca a la Tierra en el centro del cosmos; Copérnico desplaza ese centro al Sol; Bruno hace desaparecer el centro y el cosmos, contraponiéndole la categoría de universo la cual implica infinitud, supresión de los arriba y abajo, derecho, izquierdo, norte, sur, oriente y poniente.
No sólo la Tierra es asimilada a los planetas en un « mundo » agrandado y, sin embargo, limitado: el propio Sol, que en Copérnico ocupaba el centro del Universo, pierde su lugar privilegiado. Sin duda conserva la posición central en nuestro mundo; pero en nuestro mundo, el sistema solar no es más que una « máquina » entre una infinidad de « máquinas » que llenan el infinito del universo de Bruno. Por eso el Sol no está en el « centro » del universo, puesto que en este universo infinito, donde una infinidad de astros – de otros soles – se mueven según leyes eternamente determinadas, no hay ni centro ni circunferencia. Nada limita la infinidad del espacio( Koyré, 2005b, pp. 165-166).
Pensar el universo como abierto y regido por leyes eternamente determinadas implica una enorme dificultad intelectiva. Por ejemplo, los objetos de la Tierra están regidos por una ley de aplicación restringida al campo gravitacional del planeta; el conjunto de planetas, satélites y objetos que integran el sistema solar están regidos por leyes de aplicación restringida al sistema planetario solar; el sistema solar conjuntamente con todos los sistemas constituyentes de la Vía Láctea se encuentran sometidos a leyes de operación restringida a la galaxia a la que pertenecen. Así, los objetos que van en un avión guardan una relación semejante a la que guardan el conjunto de planetas del sistema solar y el conjunto de sistemas constitutivos de la galaxia. De este modo, las leyes tendrían que operar de manera obligatoria exclusivamente en uno de los ámbitos y no en ámbitos paralelos ni en otros dimensionalmente inclusivos ni comprensivos. Esto, llevado a otro ámbito de lo real, podría implicar que una célula opera bajo determinadas leyes en su interior, con otras en su articulación constitutiva de un órgano y con otras más en la integración de un individuo.
En Descartes, Dios creó el universo operando bajo determinadas leyes que son válidas para la tierra y para el cielo, por lo que la matemática y la geometría

Paradigmas, ene.-jun., 2011, Vol. 3, No. 1, 9-29 | 15