Outlander Magazine Número 7 (marzo 2018) | Page 40

Brujas de Escocia:

La historia real de Geillis Duncan
EL BLOG DE ANA BARRERA www. lovelyscotland. com
La historia de Escocia, como la de toda Europa, está cuajada de relatos de personas que pagaron un alto precio por ser diferentes o por suscitar inopinadamente la envidia o la ira de sus convecinos. Gracias a la serie de TV“ Outlander”, el nombre de una de ellas, que sufrió un terrible proceso de brujería en el North Berwick del siglo XVI, se ha hecho muy popular: Geillis Duncan. ¡ Brujos y brujas, yo os invoco! Coged vuestras escobas y seguidme porque hoy nos vamos de paseo por lo más truculento de la historia escocesa.
Mucho se ha hablado de la Inquisición Española y de sus cazas de brujas y de herejes pero, como suele decirse, unos tienen la fama y otros cardan la lana. La mayor parte de acusados de brujería que fueron ejecutados en la Edad Moderna( XV-XVIII) vivieron y murieron en Centroeuropa.
En cuanto a las islas británicas, Escocia se lleva la palma del horror, puesto que fue la nación donde más personas murieron en juicios por brujería. Hablamos de alrededor de 5000 personas en un periodo de doscientos años. La mayor parte de ellas fueron ejecutadas en las Lowlands, una región que vivía bajo el férreo yugo de la iglesia presbiteriana.
Muchos de los sucesos que os voy a narrar os harán llevaros las manos a la cabeza y preguntaros cómo era posible tanta ignorancia y crueldad. Tened en cuenta, sin embargo, que la mentalidad de una persona del pueblo llano de los siglos XVI-XVII era completamente diferente a la nuestra y no se pueden medir sus actos con el rasero de nuestro laico y alfabetizado siglo XXI.
Ellos habitaban un universo mágico-religioso donde ángeles, demonios y brujas convivían con los seres humanos. Incluso entre los clérigos más cultos, la creencia en Satán y en su influjo sobre la Humanidad era, en muchos casos, totalmente sincera.
La cosa no pudo empezar de manera más absurda. Todo fue debido al mal tiempo que acompañó la comitiva naval que traía al rey escocés James VI desde Dinamarca con su nueva esposa Anne. El almirante de la flota danesa, que había tenido problemas en Copenhage con un funcionario escocés y su mujer, acusó a esta de provocar la tormenta para fastidiarle.
Aquello degeneró hasta el punto de celebrarse un juicio en la capital danesa en la que decenas de mujeres confesaron bajo tortura que sí, que efectivamente había un complot diabólico para arruinar el viaje por mar de la reina Anne. Dos personas ardieron en la hoguera.
En cuanto James VI se enteró, decidió formar su propio tribunal en Escocia para llegar hasta el fondo del asunto. A resultas de esto, decenas de personas fueron arrestadas en el pueblo de North Berwick y alrededores. Muchas de ellas, sometidas a terribles torturas, terminaron confesando haber hecho un pacto con Satán para intentar envenenar al rey o hacer naufragar su barco. La mayor parte de ellos acabaron en las insalubres prisiones de Edimburgo y algunos ardieron en Castlehill. Geillis Duncan era una jovencita de Tranent, un pueblecito cercano a North Berwick, que trabajaba para un hombre llamado
“ A visit to the witch” E. F. Brewtnall( 1846)
Otra cosa muy diferente es que gente malintencionada utilizara ese miedo a Lucifer para deshacerse, mediante acusaciones infundadas, de un vecino o un familiar molesto. Cuántas rencillas amorosas o disputas de lindes y de herencias deben haberse resuelto con la muerte por brujo o bruja de un pobre inocente …
La historia de Geillis Duncan se enmarca dentro de los juicios de brujería de North Berwick( 1590-1592), un pueblecito al este de Edimburgo. Este largo y complejo proceso implicó a setenta personas, incluidos miembros de la nobleza y de las casas reales de Escocia y Dinamarca. Fue la primera caza de brujas multitudinaria del país.
David Seaton.
Alarmado por el extraño comportamiendo de Geillis, que se escapaba de casa por las noches y había adquirido habilidades de sanadora, un buen día su empleador la instó a explicar el motivo de su conducta.
Incapaz de dar una explicación lo suficientemente estrafalaria como para resultar verosímil en aquel ambiente de pánico brujeril, Geillis fue torturada y confesó ser bruja, revelando además los nombres de sus supuestos cómplices. Murió en la hoguera. Es triste pensar que probablemente su único delito fue verse por las noches con algún pretendiente y tener nociones de herborista.
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