Outlander Magazine Número 7 (marzo 2018) | Page 41
Entre los denunciados por la pobre Geillis estaban los famosos
Agnes Sampson y el Dr John Fian, quienes sufrieron las torturas
más repugnantes y vergonzosas de todo el proceso, para acabar
siendo ejecutados y quemados en la explanada del Castillo de
Edimburgo, donde hoy pasean los turistas. Ambos merecen un
breve apunte.
Agnes Sampson era una reputada curandera y comadrona co-
nocida como “la bruja sabia de Keith”, otro pueblo en los alrede-
dores de North Berwick. El relato de su tormento es tan
espantoso y desolador que no lo reproduciré aquí. Sí os diré que
, según la leyenda, su pobre fantasma desfigurado es uno de los
espíritus que vagan por Holyrood Palace.
El Dr John Fian era un maestro de escuela de Prestonpans y
de él se llegó a decir que había intentado seducir, mediante la
magia negra, a hermosas jóvenes y hasta a una vaca que le se-
guía allá por donde iba. El hombre admitió resignadamente todos
los cargos y aseguró que sí, que había llevado un vida torcida y
satánica pero que se arrepentía profundamente. Logró escapar
de su prisión, pero finalmente fue apresado, torturado y ejecutado
“Witch of Endor” N. D. Martynov (1857)
por brujo.
¿Y dónde se supone que celebraban su Sabbath las pobres
brujas de North Berwick? Pues en una iglesita frente al mar (ideal
para fastidiar las navegaciones de los demás) llamada St An-
drew’s Kirk. De hecho, es posible que a modo de escarmiento al-
gunas de ellas fueran torturadas y juzgadas frente al templo,
cuyos restos aun pueden visitarse.
En sus confesiones, muchas de estas mujeres admitieron
haber arrojado cadáveres desmembrados al mar desde la iglesia
con el fin de conjurar tormentas que hicieran naufragar el barco
del rey. Cosas normales de brujas, vaya.
Si pasáis por North Berwick, además de ver sus hermosas
playas y sus colonias de aves marinas, acercáos a St Andrew’s
Kirk, contemplad el pequeño memento mori que se instaló allí en
recuerdo de las víctimas del juicio y honrad su triste e injusto des-
tino.
Sabemos de este y otros juicios de brujería gracias al tratado
“Daemonologie” que mandó compilar James VI de Escocia (hijo
de María Estuardo) en 1597. Como ya habréis empezado a sos-
pechar, el hombre estaba bastante obsesionado con los demo-
nios y, sobre todo, con las brujas, por las que sentía un odio feroz.
Muchos de los acusados en North Berwick fueron interrogados
por el mismo rey en persona.
Por lo demás, aunque parezca increíble, James VI también
hizo cosas buenas e inteligentes, como fundar el servicio precur-
sor de la Royal Mail, salvar al Parlamento inglés del Gunpowder
Plot de Guy Fawkes (remember, remember the fifth of november)
e incluso realizar la traducción de la Biblia que se usa actual-
mente en la iglesia de Escocia. Era un hombre lleno de contras-
tes, por decirlo de alguna manera.
¡Espero que esta entrada os haya resultado interesante! Prometo
escribir en próximos números muchas más historias sobre la bru-
jería escocesa, puesto que está llena de personajes apasionan-
tes como Isobel Gowdie y de hechos escalofriantes como la Gran
Caza de Brujas de 1597, por mencionar solo un par de ejemplos.
St Andrew’s Old Kirk en North Berwick
LAS DIFERENCIAS DE GEILLIS DUNCAN
Como es obvio, Diana Gabaldon no hizo más que tomar el nombre de
una acusada de brujería histórica para inspirarse en la creación de su
maravilloso personaje, así que hay más diferencias que similitudes entre
la Geillis Duncan real y la ficticia.
· La Geillis Duncan real era una jovencita, mientras que la de la saga ya
no cumple los veinte.
· En Outlander, Geillis Duncan es la esposa de un prohombre local y la
amante del temperamental Dougal Mackenzie, mientras que la Geillis real
era soltera.
· Como no vivieron en la misma época (la real vivió en el siglo XVI y la
ficticia en el XVIII), la Geillis real no habría podido sostener la causa ja-
cobita, puesto que aun no existía cuando ella vivió.
· La Geillis Duncan real vivió en Tranent, un pueblo a medio camino entre
Edimburgo y North Berwick, mientras que la de la saga de Gabaldon vivía
en el imaginario pueblo de Cranesmuir, en las Highlands.
· Además, en el momento histórico en que transcurre Outlander ya no
se celebraban juicios por brujería desde hacía varias décadas.
· ¡Pero hay dos similitudes y son importantes! Ambas eran herboristas y
sanadoras, y ambas fueron juzgadas por brujas y encontradas culpables.
OUTLANDER MAGAZINE 41