Outlander Magazine Número 3 (Julio 2017) | Page 49

Si lees el libro – yo lo he leído una docena de veces – Jamie dice que podría ver la línea donde se ubica su ter- cera costilla. Después de di- señar el vestido, vi que eso en el Siglo XVIII no era posi- ble, ya que en la arquitectura de un vestido del Siglo XVIII, concretamente en Francia, todo vestido cuenta con un corsé. Eso fue todo un di- lema, por lo que, finalmente, puse el corsé por encima. En esa escena, ella está desen- corsetada, y luego usé su sensibilidad de los años 40 para abrir el frontal y ese fue el resultado. Has leído los libros doce- nas de veces y tú introdu- jiste a tu marido (Ronald D. Moore) a ellos. Como fan de los libros, ¿has inten- tado cambiar la idea que da Diana Gabaldon en su obra? No, y he evitado eso. Diana me ha dado su aprobación y bendición y está feliz con todo lo que he hecho. Cuando empecé a diseñar para la serie, lo hacía con respecto a las descripciones del libro, pero a veces las in- terpretaciones no son las mismas que puedes visuali- de que sería incorrecto y qui- simos hacer algo con ello. Hablemos sobre el vestido rojo. ¿Qué es lo que pen- sabas cuando dibujabas el boceto? Es un momento muy icónico para la serie, y luché mucho, ya que el rojo es color muy abrumador y marca totalita- rismo en cada paso. Cuando se comienza a embellecer, se convierte en un vestido digno para un salón. Así que empecé a estudiar todos los vestidos rojos a lo largo de la historia de la moda y una vez más cuando nos remontamos a los años 40, cuando comienzan a destacar Dior y Balenciaga y se despojan de la ornamen- tación básica, ya que un ves- zar. Siempre digo que el libro es un modelo, no un a biblia, y lo digo yo, fiel amante de la historia de Diana desde sus orígenes. Lo que intento cap- tar es el corazón de la histo- ria. Lo mejor que me ha podido pasar es que ahora tengo grandes anotaciones a lápiz de la propia Diana en mis libros. Es bastante obvio que la gente que trabaja en la serie es fan de los libros. Esto hace de la serie que muy auténtica y real... Todos hemos tenido que lu- char muy duro para eso, ya que hay una gran cantidad de percepciones que todo el mundo quiere cambiar y nadie lo hace. Cada persona está involucrada en su tra- bajo y en ser lo más fiel posi- ble a los libros. ¿Cuál es la parte favorita de tu trabajo? La parte favorita de mi tra- bajo es enseñar a este joven e increíble equipo y verlos crecer en todo lo que hacen. Para muchos, ésta es su pri- mera experiencia laboral en este sector, es fantástico y emocionante para ellos. Me apoyan y eso es maravilloso. tido ya destaca por sí mismo. El rojo es la decoración. Fue absolutamente esencial que no la dominase. Tenía que abrazarla, necesitamos po- nerlo delante de ella, pero no aniquilarla. Tenía que ser simple. La silueta de un vestido de fiesta no es tan diferente de lo que era en el Siglo XVIII: cintura de avispa y falda larga. Este vestido está fabricado con 15 yardas de tela, con pliegues tan juntos que se podría sujetar un hoja de papel entre ellos. Es muy no- table. A continuación, le pones un gran par de pen- dientes, y no mucho más. Estoy fascinada por el es- cote. OUTLANDER MAGAZINE 49