PARK 1 produce la proteína α -sinucleína. Se ha visto que hay varios tipos de mutaciones que pueden ocurrir en este gen que hacen que la proteína no tenga la estructura correcta y por lo tanto genere los cuerpos de Lewy. Sus mutaciones están relacionadas con el Parkinson temprano (Pankratz y Foroud, 2007). PARK 8 codifica para la proteína LRRK2, la cual es una proteína muy grande. Tiene varias funciones desde ayudar al crecimiento de las neuronas hasta la síntesis de proteínas e incluso ayuda al sistema inmune. (Dzamko y Halliday, 2012). Este es el gen mutado más común y se relaciona más al Parkinson tardío. Hasta ahora, se han reportado más de ochenta sitios en los que puede mutar y causar Parkinson (Nuytemans, Theuns, Cruts y Van Broeckhoven, 2010).
Los otros cuatro genes codifican cada uno para una proteína diferente la cual, al igual que PARK 1 y 8, al estar mutado en uno o más sitios conducen al desarrollo del Parkinson. Existen muchos más genes que se han visto relacionados ya sea que causen la enfermedad o solo aumentan la probabilidad de desarrollarla. Todavía hay mucha investigación que realizar, lo interesante es que en sólo un par de décadas años se han encontrado todos estos genes y las mutaciones que puede tener (Klein y Westenberger, 2012).
Actualmente no hay ninguna prueba que pueda determinar definitivamente la enfermedad, aunque en los casos con antecedentes familiares y un porcentaje de los casos idiopáticos un análisis genético puede ayudar al diagnóstico (Lin y Farrer, 2014). Sin embargo, para realizar el diagnóstico clínico se tiene que satisfacer cuatro criterios (Savica, Grossardt, Bower, Ahlskog y Rocca, 2016):
1. diagnóstico del parkinsonismo,
2. ausencia de otros síntomas no relacionados
3. ninguna otra causa posible, es decir que no sea parkinsonismo secundario y
4. respuesta positiva al tratamiento contra Parkinson.
El diagnóstico molecular se basa en la búsqueda de moléculas indicadoras de la enfermedad (biomarcadores) que permitan un diagnóstico temprano. Estas moléculas pueden ser las proteínas deformes originadas por mutaciones, biomarcadores genéticos. Pero también hay biomarcadores químicos como la falta de la molécula de transportar la dopamina (DAT) o los cuerpos de Lewy. En la figura 2 se muestran regiones del cuerpo que podrían servir para obtener biomarcadores (Kalia y Lang, 2015).
Diagnóstico clínico y molecular
Figura 2. Zonas de donde se podrían obtener biomarcadores para el Parkinson. Kalia, L.V., Lang, A, E, (2015). Parkinson’s disease. [Figura modificada]. Lancet. 386(9996):896–912
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