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Factores de riesgo: medio ambiente y genética

Son varios los factores ambientales y genéticos que se relacionan con el Parkinson y cada vez se descubren nuevas relaciones. Para no abrumar de información se presentan algunos factores que actualmente se han encontrado tener una relación, ya sea positiva o negativa con el Parkinson.

Medio ambiente.

Los factores ambientales se pueden dividir en aquellos que no dependen de las acciones de la persona y aquellos cuyo consumo o exposición sí depende del estilo de vida de la persona. Un factor que no depende del estilo de vida es la zona geográfica y raza. Medido por cada cien mil habitantes, en Europa hay entre 66-1500 casos, en Sudamérica 31-470, en Norteamérica 111-329, en Asia 15-119, en Arabia 27-43 y en África 10-43 (Kalia y Lang, 2015). Esto es considerando los casos de todas las edad y sexos. El sexo es otro factor ya que, por cada tres hombres con Parkinson, dos mujeres sufren de la enfermedad (Moisan et al., 2015). Otro factor de exposición que aumenta considerablemente la probabilidad de desarrollar Parkinson es la exposición a pesticidas, principalmente MPTP (Langston, 2017). El uso drogas como metanfetaminas (Curtin et al., 2015) o abuso de alcohol (Eriksson, Löfving, Callaghany Allebeck, 2013) también aumenta la probabilidad.

Sin embargo, no todo es malo. Hay factores que disminuyen la probabilidad de desarrollar la enfermedad como tomar café (Prediger, 2010), un grado moderado o alto de actividad física (Lauzé, Daneault y Duval, 2016) y el consumo de frutas, verduras, alimentos altos en omega 3 y

carotenoides (Seidl,

Santiago, Bilyk y

Potashkin, 2014).

Genética.

La herencia de Parkinson es rara ya que aproximadamente solo el 15% tienen antecedentes familiares. Las mutaciones o alteraciones en los genes pueden heredarse o pueden ocurrir de manera natural. Hay varios genes cuyas modificaciones contribuyen o causan Parkinson. En la tabla 1, se muestran algunos de estos con sus respectivas mutaciones posibles. Algunos genes reciben el nombre de PARK y se enumeran en orden de descubrimiento.

Sin embargo, solo son seis genes los que se han confirmado completamente que están relacionados con el Parkinson. Estos son SNCA (PARK1, también llamado PARK 4), Parkin (PARK2), PINK1 (PARK6), DJ-1 (PARK7), LRRK2 (PARK8) y ATP13A2 (PARK9) (Klein y Westenberger, 2012).

Estos genes se pueden dividir en dominantes o recesivos. Par entender estos conceptos, debemos recordar que los humanos heredamos veintitrés cromosomas de nuestro papá y veintitrés de nuestra mamá. Es decir, tenemos cuarenta y seis cromosomas, pero van en pares o copias. Si un gen es dominante, significa que solo uno de los dos cromosomas de un par tiene que estar mutado para ocasionar la enfermedad. Si el gen es recesivo, tanto la copia del padre como el de la madre deben de estar mutados para que se manifiesta la enfermedad. De los seis genes, PARK 1 y 8 son dominantes y los otros son recesivos (Inzelberg et al., 2016).

Tabla 1. Mutaciones de varios genes relacionados con el Parkinson. Lin, M. K., & Farrer, M. J. (2014). Genetics and genomics of Parkinson’s disease. [Tabla modificada]. Genome Medicine, 6(6), 48. http://doi.org/10.1186/gm566

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