Odisea Cristiana Febrero 2017 | Page 18

se había creado a partir de un nacimiento. Más allá de la biología, existe una concepción social y religiosa sobre la muerte. Se suele considerar a la muerte como la separación del cuerpo y el alma. Por lo tanto, la muerte implicaría el final de la vida física pero no de la existencia”. Fuente: http:// definicion. de / muerte /# ixzz4PR40fMDZ
Como conclusión de ambas definiciones, llegamos al punto de que, de acuerdo con la epistemología del mundo, la muerte es el final de la vida física. Y de acuerdo con la religión, una separación del cuerpo y del alma.
Este último aspecto nos introduce en conocimiento que la ciencia no ha podido demostrar porque no está dentro de sus propósitos; sin embargo, nos da un poco de luz para entender que hay algo más que el final de la vida física.
Es tan importante, vital y trascendental saber qué es la muerte, porque de dicho saber depende nuestro bienestar espiritual y la seguridad y tranquilidad de nuestra vida.
Para comenzar no debemos olvidarnos que Dios es eterno; Dios vive, Dios es, Dios no muere; por tanto, para Él, la muerte, como fin de la vida, no existe.
Antes de existir con este cuerpo, tal como nos vemos al espejo, la Palabra de Dios dice que ya existíamos:“ Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos”.( Efesios 1:4)
Así que, cuando saludamos a este mundo con el tradicional llanto, ya tenemos muchas horas de vuelo. Dios nos ha puesto en esta tierra y en este determinado tiempo como criaturas engendradas por Él, a su imagen y semejanza( Génesis 1:26-27) y así como Él es Padre. Hijo y Espíritu Santo; así nosotros somos cuerpo, alma y espíritu( 1 Tesalonicenses 5:23).
Nuestra vida no nos fue dada para terminar en esta tierra, en una tumba, en nada.
Entonces; ¿ Qué es la muerte?
Nuestra vida tiene otro propósito, el cual Dios ha establecido y lo ha hecho realidad, pero nosotros, lo vamos entendiendo y experimentando progresivamente cuando nos dejamos enseñar por el Maestro eterno.
Espero haber dejado en la mente de los lectores el antecedente que nos deja Dios en su Palabra para entender las siguientes Escrituras:
“ El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara; pero el Señor Dios le advirtió: « Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás »”.( Génesis 2:15-17).
Para Dios nuestro espíritu y nuestra alma son de vital importancia porque no las vemos con los ojos del cuerpo, no quiero decir que nuestro cuerpo no sea importante, sino que Dios lo ha puesto a las inclemencias del tiempo y del espacio, que lo deterioran hasta acabarlo; pero lo más hermoso y extraordinario es que Dios nos tiene reservado un cuerpo muy especial.
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