Odisea Cristiana Diciembre 2016 | Page 24

"Porque convenía que Aquél para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la salvación de ellos" (Hebreos 2:10). E ste versículo resume toda la vida terrenal de Jesús. Él fue hecho "perfecto a través del sufrimiento". ¿Necesitaba Jesús perfeccionarse? Pero ¿no era perfecto Jesús cuando nació en el pesebre? ¿No vivió una vida sin pecado? ¿No fue su muerte la muerte de un hombre inocente? Sí. Era moralmente perfecto. Esa es una clase de perfección. Pero hay otro tipo de perfección que solo viene por experiencia. Jesús entró plenamente en los sufrimientos de este mundo y salió victorioso de ellos. Fue hecho perfecto en su experiencia en la tierra por las cosas que sufrió. Por eso es llamado el "autor" de nuestra salvación. Él vino y sufrió en este planeta maldito por el pecado para que en virtud de su vida sin pecado y su muerte, pudiera alumbrar la senda para tener comunión con Dios. Pero el sendero que lleva a la cruz está marcado con sufrimiento, con 24 lágrimas, con rechazo. Cuando sigues a Jesús, el camino a la gloria pasa por la cruz. Esto explica tantas cosas que nos suceden. ¿Qué está haciendo Dios en tu vida y en la mía? Él nos está enseñando con el Currículo de Gracia en la Escuela del Sufrimiento. La escuela empieza en el momento en que confiamos en Cristo y termina el día que morimos. Pasamos la prueba y nos graduamos guardando nuestros ojos en Jesús. Él es el primero de la clase. Nunca falló en un examen. Él alumbró el sendero a través de la Escuela del Sufrimiento para poder seguir su camino. Hay gloria al final de la vida cristiana, pero viene por medio del sufrimiento. Mantén tus ojos en Jesús que nos abrió el camino. Padre nuestro, que nunca olvidemos que cada prueba tiene un propósito divino. Ayúdanos a seguir mirando a Jesús mientras nos conduce a la gloria. Amén. Comunión de Gracia Internacional | comuniondegracia.org