nº 1 -Boletín Oficial FEDDF 5 - BOLETIN FEDDF enero 2016 | Page 11

BOLETÍN FEDDF y abajo al expirar. Este tipo de patrón respiratorio se da con frecuencia en personas con lesión medular, y provoca aumento de tensión en la musculatura accesoria respiratoria relacionada con el cuello (escalenos y trapecio). Esto puede facilitar lesiones en el complejo cervico-escapulo-humeral. Muchas personas sólo saben respirar usando el pecho, ósea, la parte superior de los pulmones. Hacien- do inspiraciones poco profundas que sirven para suministrar el suficiente oxígeno a los pulmones, pero utilizando los músculos equivocados, ya que al no usar el diafragma (encargado de expandir y contraer las costillas) no se permite que los pulmones se llenen de oxígeno. Este patrón respiratorio también puede ser adquirido tras un problema físico por déficit de la función diafragmática. En la respiración diafragmática, el abdomen se hincha al inspirar, llenándose de aire la parte baja de los pulmones. Cuando respiramos así, los pulmones se llenan de aire empujando el diafragma hacia abajo, lo cual hace que el abdomen salga hacia afuera. En la exhalación el abdomen vuelve hacia dentro de una forma natural. Este tipo de patrón respiratorio facilita una mayor oxigenación general de los te- jidos, retrasando así la aparición de la fatiga durante la actividad física. Durante la práctica deportiva, hay que prestar especial atención a cómo se realiza esta función. En acti- vidades cíclicas, continuas y prolongadas propias de deportes de resistencia debe mantenerse una res- piración relajada y profunda. No debemos forzar los músculos inspiradores incrementando la frecuen- cia ya que nos veríamos obligados a abandonar la actividad a los pocos minutos. En actividades aeróbicas continuas y prolongadas, debe mantenerse una respiración combinada entre intercostal y diafragmática, utilizando la nariz como acceso de aire siempre que sea suficiente y no nos resulte muy complicado, ya que así nos aseguramos de que el aire llega a nuestros pulmones, filtrado, humedecido, y con una temperatura más adecuada. En actividades anaeróbicas, en general se debe sincronizar la exhalación con la fase concéntrica del mo- vimiento, espirando pasado el punto de máximo esfuerzo de dicha fase, e inspirar al hacer la excéntrica para mantener la tensión abdominal. Se recomienda mejorar o cambiar el patrón respiratorio a diafragmático cuando no se posea así de for- ma natural, tanto en reposo como durante el ejercicio, ya que proporciona unos beneficios a los depor- tistas relacionados con:  Retraso en la llegada de la fatiga muscular.  Mejora de la resistencia como capacidad física básica.  Control de la espasticidad que aparece con la fatiga. 11