Nuevas instituciones escolares y métodos a principios del siglo XIX Edición I | Page 20

Joseph Lancaster (1779-1838) un londinense acogía niños de cualquier religión preocupándose sobre todo de enseñarles las nociones que más podían serles de provecho en la vida. Una típica escuela con el sistema de enseñanza mutua o de “monitores” estaba organizada como sigue: los alumnos, cuyo número podría ascender a varios centenares

Lancaster era “un solo maestro para mil discípulos”) se dividían en muchas “clases” o grupos diversos para la lectura y la escritura, por una parte, y para la aritmética, por la otra. El alumno más capaz de cada clase o fracción de clase (“monitor”) era instruido separadamente por el maestro, y a su vez instruía a los compañeros siguiendo instrucciones minuciosas y precisas

Un alumno pasaba a la clase o grupo superior cuando superaba todas las dificultades de la precedente. Todas las actividades se desenvolvían en un clima de disciplina casi militar.

¿Cómo nace esto?

En la escuela se contaba con pocos maestros, que, además, estaban mal remunerados. A esto se le sumaba la escasez de materiales indispensables como papel o pizarras individuales para los niños.

Fue un día, cuando Bell, “al observar a un niño muy listo del grupo que ayudaba a los otros, decidió prepararlo para enseñarle el alfabeto a quienes todavía no lo dominaban”. Bell aparejaba a los alumnos más indisciplinados con otros capaces de sujetarlos y estimularlos al trabajo.