y se transformaron en un suceso.
Claro que los tiempos van cambian-
do y las necesidades del consumidor
también; por eso ahora las tartas las
vendemos en tamaños casi indivi-
dual, ya que mucha gente que vive
sola y necesita un almuerzo durante
el horario de trabajo así nos la pedía.
(R) ¿Siendo Mar del Plata una ciudad
con tantos restaurantes, especialmen-
te en temporada, cuál es el motivo por
el cual no han desarrollado ese canal
de ventas?
(LP) En primer lugar porque toda
nuestra historia se basó y apuntaló
en la venta en mostrador. Para poder
ingresar a ese canal que usted men-
ciona, hay que estar en un segmento
de precios inferiores a los que mane-
jamos nosotros. Probablemente exis-
tan otros comercios que se mane-
jan de una manera más informal en
cuanto a la contratación laboral, con
lo cual sus costos son sensiblemen-
te inferiores y quizás puedan estar
en línea con el nivel de precios que
exigen los restaurantes. Pero el otro
tema es que cuando más crece la
demanda de restaurantes es tam-
bién cuando más aumenta nuestras
ventas en mostrador, por lo cual no
se puede abastecer las dos cosas al
mismo tiempo con el nivel de eficien-
cia que La Primavera está acostum-
brada a manejar.
(R) Con respecto al tema de la compe-
tencia desleal que ud mencionara,¿ es
algo que afecta también en la venta en
mostrador?
(LP) Claro que nos perjudica.
Nuestros precios son de los más
caros de la ciudad, justamente basa-
dos por la materia prima de primera
calidad que manejamos, la manera
de elaborar los productos y la fres-
cura con la que entregamos nuestra
mercadería, y eso es lo que perciben
nuestros clientes, pero también es
porque nuestros costos de perso-
nal son mucho más altos que los de
la competencia informal, que si un
empleado no les va a trabajar no le
pagan el jornal, no tienen aportes,
paritarias, vacaciones, aguinaldos ni
nada más que la paga diaria si van.
En nuestro caso, nuestro staff se
compone de casi 20 empleados total-
mente ajustados a ley. Ahora bien,
otro punto que me gustaría expla-
yarme es justamente el tema de pari-
tarias. El tema es que eso se resulte
en otro lugar que tiene otra estacio-
nalidad distinta a la nuestra, por lo
cual cuando nos toca afrontarlas a
los fabricantes de pastas que vende-
mos menos en invierno resultamos
perjudicados. La verdad no sé cómo
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