No mas bullying Say no | Page 7

prometen utilizar este episodio para aumentar el fomento de las ciudadanías y la participación electoral en un estado donde los resultados de las elecciones presidenciales pueden depender de un puñado de votos.

Aunque sus niveles de pobreza aún son relativamente altos —cerca de una de cada cinco familias vive por debajo de la línea de pobreza, el doble del índice nacional— la comunidad haitiana del sur de Florida emana orgullo por sus médicos, abogados, ingenieros y otros profesionales con educación superior. Muchos son hijos de inmigrantes que llegaron en el éxodo de finales de la década de los setenta y los ochenta para escapar de la devastación económica y la represión bajo el mandato de Jean-Claude Duvalier, el déspota gobernante haitiano asistido por Estados Unidos que apoyaba a gobiernos anticomunistas en el Caribe.

Los primeros migrantes haitianos que llegaron entonces a Estados Unidos se encontraron desde el inicio en una posición desigual con respecto a la de los inmigrantes de Cuba. En políticas que duraron desde la Guerra Fría hasta los últimos días del gobierno de Obama, Estados Unidos les dio a los inmigrantes cubanos desde su llegada un estatus legal y así facilitó significativamente su entrada en la fuerza laboral de Florida.

Los haitianos a menudo trabajaron en la sombra. Como reflejo del temor en Estados Unidos a que hubiera mayor afluencia de inmigrantes haitianos, las autoridades estadounidenses rechazaron más peticiones de asilo político de haitianos que de cualquier otra nacionalidad. De entre quienes lograban llegar a costas estadounidenses, a los haitianos se les encarcelaba de manera desproporcionada, de acuerdo con Alex Stepick, profesor emérito de Antropología en la Universidad Internacional de Florida.

Quienes ya residían en Miami mantuvieron su distancia de los recién llegados, que hablaban criollo y a veces mezclaban el catolicismo con los rituales vudú. Los miamenses nativos a veces describían a una persona con problemas psiquiátricos como alguien que “se comporta como haitiano”.

Muchos inmigrantes haitianos y sus descendientes dicen que aún los tratan peor que a otros grupos. Aun así, también pueden hablar de logros en algunos sectores, pues surgieron como una fuente crucial de remesas para la economía haitiana y un electorado al que tanto demócratas como republicanos deben cortejar en las elecciones.