y que tenía que tomar dipirona. Me pareció material de mucha rabia e impotencia y de ahí nació el cuento. Ahora yo trato de que la denuncia, por muy hondero que sea el libro, por mucha citas al rock, por mucha citas a las películas, siempre estén presente en el tema de los cuentos.
Cada cuento lo anticipa la cita de una canción. ¿Esa relación podría contener un trasfondo de subversión?
El acto de escribir es una locura, el que escribe es mirado como un tipo raro, aunque el escritor tampoco ha hecho mucho por querer revertir esta situación, al escritor en general le encanta parecer un tipo loco. A mi no me interesa, me interesaría mucho el profesionalizar el oficio de escribir, entonces sí hay una subversión, hay un ejercicio contrario a lo que te dicen que hay que hacer. Lo de las citas a las canciones, a la música tienen que ver con eso, no es cualquier canción la que aparece ahí, sino que son canciones que efectivamente hablan de un plano estético que es la violencia, la subversión, el nihilismo, que es el punk finalmente. Las citas también nacen porque yo quise armar el libro como si fuera un casette. Me acuerdo que cuando chico siempre tuve muchos amigos punk, pero nunca fui punk, y siempre me pasaban música, selecciones que ellos mismos hacían. Entonces tenían distintas canciones, distintos grupos grabados de muy mala calidad. Y me interesaban que fueran fragmentos distintos como un mixtape, un casete pirata formado por una persona, ahí están las citas.
Al leerte vemos un conflicto con tu espacio, odio y amor a Valparaíso. Odio a la parte institucional, pero a la vez una fascinación en su mundo underground. ¿Es algo así?
Tengo una relación súper sicopática con Valparaíso, súper bipolar, una terminología media, esta lleno de amor y de odio en esta cuidad. He tratado de irme innumerable veces y he vuelto innumerables veces, porque también la extraño cuando estoy afuera. Parece una ciudad levantada sobre un cartón, súper manoseada por la institucionalidad, por lo mismos artistas, por el turismo y, sin embargo, no ves desarrollo en la ciudad, no hay reflexión en el campo artístico sobre qué es Valparaíso, no hay una mirada critica sobre lo que es, desde la institucionalidad menos, desde el campo turístico menos. A mi siempre me ha parecido súper curioso porque el turista le gusta tanto Valparaíso y creo que tiene que ver con esta postal que parece que haces turismo extremo, como que te vas un fin de semana a la jungla.
2 NO LEO, JULIO 2013
Canciones Punk para señoritas autodestructivas
Ediciones Das Kapital
Año 2011
"Tengo una relación súper sicopática con Valparaíso, súper bipolar, una terminología media, esta lleno de amor y de odio en esta cuidad"