Se ubica en Malilnalco, pueblo mágico.
Su historia comenzó cuando después de morir Moctezuma, sus nietos, Axayácatl, Tizoc y Ahuízotl, ocuparon el solio sagrado de Tenochtitlán, se dieron a la tarea de conquistar nuevas provincias con el firme objetivo de ensanchar las fronteras del imperio conformado por su abuelo. En la región de los valles de Toluca, tanto Axayácatl como Tizoc mantuvieron constantes enfrentamientos bélicos que culminaron con la total rendición y sometimiento del pueblo matlatzinca. De esta manera nació Malinalco hacia 1501, durante el reinado de Ahuízotl.
En el sitio se encuentran restos de construcciones prehispánicas de carácter ceremonial y militar erigidas por algún grupo local antes de 1476, cuando fue conquistado por los mexicas. Dichas construcciones tienen como propósito ser puestos de vigilancia y control estratégico, pues se encuentran situadas de tal manera que desde ellas puede observarse claramente el valle de Malinalco en su totalidad.
Como consecuencia de sus tradiciones, costumbres y tributos a sus deidades, en el interior del recinto se encuentra un águila con las alas plegadas esculpida en piedra y en cuya base existe un pequeño hueco. Ésta se ha identificado como cuauhxicalli: recipiente donde se ofrendaba la sangre humana, que era el alimento sagrado de los dioses
Llamada localmente “el cerro de los ídolos”, significa “lugar donde se adora a Malinalxóchitl” diosa mexica responsable de la hechicería y otras artes oscuras, hermana de Huitzilopochtli
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