exhibiciones. El 27 de marzo de 1995, en una competición que se estaba celebrando en Culpeper, la yegua de Reeve se negó a saltar un obstáculo y catapultó al actor hacia las vallas. El casco le salvó de cualquier clase de lesión cerebral, pero su cuerpo se precipito al suelo, destrozándole la primera y segunda vertebra, condenándole a quedar inmóvil de cuello hacia abajo y mantener la respiración mediante aparatos asistidos. El 9 de octubre de 2004, entró en parada cardíaca, cayó en estado de coma y murió 18 horas después, el día 10 de octubre, en un Hospital de Nueva York. Tenía 54 años.
Idéntica suerte corrió Richard Lester, director adjunto de Superman II y Superman III, que tuvo un accidente montando a caballo en el que sufrió una rotura de pelvis y murió poco después debido a una hemorragia interna.
Richard Pryor, el popular actor cómico norteamericano que compartió protagonismo con Reeve en Superman III, murió prematuramente víctima de una esclerosis múltiple.
Por último, la actriz canadiense Margot Kidder, que interpretó el papel de la novia de Superman, Lois Lane, en la popular saga cinematográfica de los años 70 y 80, tuvo un accidente automovilístico en 1990 que a punto estuvo de valerle su vida. Sin embargo, Kidder ocupó portadas de revistas y varios programas de televisión cuando, en 1996, sufrió un extraño episodio de amnesia. Desapareció sin dejar rastro cuando se dirigía al aeropuerto, permaneciendo en paradero desconocido durante más de tres días. Finalmente, la policía de Los Angeles la encontró “asustada y paranoica” escondida en el jardín de una casa de Glendale (California). Margot se había destrozado los dientes, había rasgado su ropa y cortado el pelo a navajazos. Los médicos dictaminaron que no se encontraba bajos los efectos del alcohol ni de las drogas, aunque ella aseguraba que huía de alguien. A raíz de ello se la ingresó en un Centro Psiquiátrico en donde se le diagnosticó alguna clase de trastorno bipolar que ha marcado toda su vida desde entonces.
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