Las Pirámides y el “Huevo de Nubia”
Según J.J. Benitez y M.J. Delgado en un documental de la serie Planeta Encantado de RTVE, el huevo sería una especie de oopart en el que la cronología oficial no correspondería con las imágenes de este pues, según ambos investigadores, no hay lugar a dudas de que las formas geométricas que aparecen en el no son mas que las pirámides y, la figura serpenteante, representaría el curso del rio Nilo a su paso por la meseta de Giza. Esto nos conduciría, inevitablemente, a concluir en que la fecha de construcción de los monumentos mas famosos del mundo debería ser retrasada en varios miles de años.
Y es que los postulados de Herodoto, que aún son los que se mantienen a día de hoy, se limitan a los viajes del “padre de la Historia” a Egipto. Allí, los nativos le contaron durante su estancia en el país del Nilo en el siglo V a.C. que la gran pirámide era obra del faraón Keops del 2600 a.C. Es decir, la historia de hoy en día considera como algo irrefutable lo que alguien contó a alguien en un intervalo de tiempo de 2000 años. En cambio, este huevo de avestruz nos empujaría a replantearnos nuestros postulados en torno al año de construcción de las pirámides y remontarnos, para encontrar su origen, a año 4000 a.C. aproximadamente.
Debemos, para entender mejor el contexto histórico del que estamos hablando, fijarnos en la datación de los restos óseos y materiales, nos hacen situarnos en pleno calcolítico. En concreto, al hablar de Egipto, estaríamos situados en la una época predinástica conocida como cultura Naqada. Esta época de la historia abarcaría unos mil años, desde el 4000 al 3000 a.C. y se caracteriza por ser pionera en el uso de los primeros metales y los intercambios entre diferentes comunidades así como el principio de la estratificación social.
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