tracto, los tenemos. Mate-
rialmente, no podemos ejer-
cerlos. Por lo tanto, es una
tenencia en abstracto, que
no sirve para organizar la
realidad de la vida. Decir
(aunque ya no se diga y se
haga exactamente lo con-
trario) que niñas y niños son
los únicos privilegiados, im-
plica un hacer. Y el privile -
gio es una abstracción más,
porque en realidad niñas y
niños deben ejercer la am-
plitud de todos los derechos.
La niñez condensa un pasa-
do, un presente y un futuro.
Y el futuro es la dimensión
temporal donde se verifica
que se hizo en el pasado y
en el presente. Nuestro pre-
sente alguna vez fue un fu-
turo a construir. Y las niñas
y los niños son la memoria
histórica de cómo se ha in-
toxicado al tiempo.
La abstracción con care-
ta científica son las estadís-
ticas. El zócalo de los pro-
gramas de televisión que
informa precio del dólar,
(venta - compra) riesgo país,
temperatura y horario. Es-
tadísticas que informan de
la cantidad de femicidios
por mes. Aumento de la
nafta, precios descuidados,
inflación que de tanto tro-
tar ya galopa. Números que
no muestran la realidad sino
que la encubren.
La política de las dere -
chas es hacer estadísticas,
de ahí la importancia del
Lord Indec. La llamada
«deuda externa» es otra
abstracción y la abstracción
de toda abstracción es de-
cidir pagarla. Primero por-
que ya sabemos que no es
deuda, sino estafa. Y segun-
da porque no está hecha
para pagar, sino para escla-
vizar vía intereses. La ma-
terialidad de la desocupa-
ción son personas que llo-
ran de hambre, gritan de
frío, aúllan de tristeza. La
única forma de revertir esta
abstracción encubridora de
las derechas, es encerrar a
todos sus testaferros y man-
darlos a realizar una
probation de décadas con
los tafareros, a los cuales se
les indemnizará por déca-
das de estafa y robo agra-
vado por el vínculo.
Para las tareas comuni-
tarias deben ser inútiles
para todo servicio (ITS) se-
gún la sigla del resucitado
servicio militar obligatorio.
Pero todo se aprende, si las
maestras y maestros, que
por cierto tenemos, deciden
dedicar parte de su tiempo
a una tarea posiblemente
inútil. La otra forma para los
que han hecho de las abs-
tracciones máquinas de
matar es brindarles la ma-
terialidad de las cárceles.
La captura internacional
de Dujovne es necesaria. Es
lo justo. El patrimonio sa-
queado deberá ser restitui-
do a sus legítimos dueños:
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nosotres. Como las tierras
de los originarios. Si eso no
sucede, entonces nueva-
mente todas las demandas
de justicia, todas las
invocaciones al cambio real,
serán nuevas abstracciones.
El análisis de mi propia
implicación como escritor
me lleva a una aterradora
pregunta: ¿serán mis traba-
jos otra forma de la abstrac-
ción? La materialidad de la
respuesta no me correspon-
de. Dependerá de los efec-
tos subjetivos en cada lec-
tor. Sin esa verificación,
también tengo el riesgo de
ser una estadística más.