MP 82 MALAS PALABRAS NRO 82 | Page 14

Desde los más diversos rincones y sectores de nuestra América, entre los que podemos destacar a diversas organizaciones sociales, políticas y gremiales, o personalidades como Nora Cortiñas o Adolfo Pérez Esquivel, se hizo llegar expresiones de solidaridad a la lucha frontal que vienen dando el pueblo de Haiti, en las calles y por todas las vías, exigiendo la renuncia del presidente Jovenel Moise Apoyo continental en defensa del p ueblo h aitiano «Un reclamo que se alza como grito ensordecedor, para que se aleje el presi- dente, su gobierno y el par- lamento por no tener ya ningún viso de legitimidad ni de capacidad para gober- nar. Un reclamo de dignidad y libertad que se levanta desde el hartazgo del ham- bre y la miseria planificada, el saqueo y la corrupción descarados, la violencia institucional y de bandas criminales en connivencia con el gobierno y la emba- jada de EE .UU.y el ninguneo y avasallamiento internacio- nal. Un reclamo que por su persistencia y masividad deja en evidencia que, pese a todos los poderes re- unidos en su contra, el pue- blo tiene la responsabilidad, el derecho y la capacidad de construir su propio destino. El consenso de la socie - dad haitiana es unánime en el rechazo a la continuidad del régimen neoduvalierista PHTK, a la presencia humi- llante de la ONU y toda in- Presidente Jovenel Moise jerencia extranjera. Los más vastos sectores socia- les, desde los empresarios hasta el campesinado, las y los obreros, trabajadores, cuentapropistas, intelectua- les, profesionales, la Iglesia Católica, estudiantes, muje- res, artistas, todo el espec- tro político de la oposición haitiana se niegan a seguir reconociendo un régimen con intereses ajenos a los suyos, que le condena y le sacrifica al hambre y las más brutales privaciones, para servir a potencias extranje- ras. Hacemos nuestro su re- clamo ante la ONU, la OEA, los gobiernos de EE.UU. y todo el Grupo Core, los paí- ses –muchos de América la- tina- que durante años mantuvieron tropas milita- res y policiales de ocupación al mejor estilo colonial sa- queador, invirtiendo miles de millones de dólares para imponer su proyecto de «es- tabilidad» y de «justicia» a 14 través de la MINUSTAH, la MINUJUSTH y elecciones fraudulentas como las que colocaron primero a Michel Martelly y después a Jovenel Moïse en la presidencia. Exigimos a esos poderes que abandonen la fal- sa caracterización y demo- nización que hacen de Hai- tí y que respeten su dere- cho a la autodetermina- ción. El pueblo de Haití, Ustedes, no precisan tutela política. Necesitan que les dejen en paz para poder atender la dramática situa- ción de necesidad de millones de personas sin vivienda, agua potable, electricidad, saneamiento, sin trabajo, sin acceso a la alimentación imprescindi- ble; situación infame en que los han dejado estos su- puestos protectores. Reclamamos a los go - biernos de EEUU, Francia, Canadá, Brasil, la Unión Europea e instituciones multilaterales, con sus