he leído
La ladrona de libros
Por Verónica Cubillán
Centro de Formación e Investigación
―Padre Joaquín‖
A
mbientada en medio de la Alemania nazi, ―La
ladrona de libros‖ es una novela que, a pesar de
tratar el tema de la muerte, la guerra y la
hambruna, se centra, tal y como lo sugiere su título, en el
mundo de los libros, en cómo una niña, que no sabe ni leer
ni escribir, se aferra a las palabras, a los secretos que ellas
esconden y el increíble poder que tienen para unir a las
personas.
El calificativo más acertado para definir esta novela sería
el de enigmático. Al introducirse entre sus páginas se
encontrarán con un entramado de circunstancias ajenas
entre sí, pero, al mismo tiempo, en una perspectiva general
complementaria; con un choque entre las diferentes
perspectivas y visiones que plantea cada personaje; y, sobre
todo, una estructura poco convencional para narrar una
historia.
El desarrollo de la trama transcurre a través de La
Muerte, siendo esta la narradora de los acontecimientos que
envuelven al personaje de Liesel Meminger, una niña de
tan solo 11 años que es adoptada por Hans y Rosa
Huberman a principios de la Segunda Guerra Mundial. A
medida que se desarrollan los hechos de la guerra, se
aprecia como el escritor Zusak va definiendo el personaje
de Liesel, que pasa de ser una figura anónima en un
escenario descrito por La Muerte, al hilo conductor que
enlaza las historias del resto de los personajes.
Debido al contexto donde el autor sitúa la historia la
referencia a Hitler, junto con el tema de lo bélico, se vuelve
una constante en toda la obra; sin embargo, este escenario
solo funciona como un pretexto para las hazañas de la niña.
38
De Markus Zusak
2005
Editorial Lumen
Madrid
El primer crimen lo habría de cometer en la nieve, al
recoger el libro extraviado de un aprendiz de sepulturero; el
siguiente sería frente a las cenizas de una hoguera, rodeada
de un centenar de nazis en la celebración del cumpleaños
número 51 del Führer, al cual esconder debajo de su abrigo
un libro prohibido que habría de ser quemado. No todos los
libros en la historia habrían de ser robados, otros serían