Movimiento Pedagógico N°55 | Page 11

desarrollan una gestión democrática, participativa y transparente;  promueven el buen clima educativo y la comunicación interna, permiten el surgimiento de los conflictos y desarrollan estrategias de resolución colectiva de los mismos;  cultivan una cultura organizacional propicia para la mejora: disposición a aprender, a reflexionar sobre el quehacer educativo y la situación del centro educativo; respeto mutuo y trabajo colaborativo para alcanzar metas comunes;  evalúan con una finalidad formativa;  fomentan la formación permanente desde una visión integral de la educación y pertinente con el plan de mejora elaborado en el centro;  generan una cultura de la sistematización y construcción colectiva del conocimiento;  comprenden que la misión de Fe y Alegría va más allá del propio centro y trabajan con otros de distintos niveles y con las autoridades educativas para lograr una educación pública de calidad. Después de todo, los principios que la orientan y los fines que persigue hacen que Fe y Alegría se plantea permanentemente trabajar, en todos los niveles y modalidades del sistema educativo, por:  “…centros educativos compensatorios, dotados de buenas bibliotecas, comedores escolares, salas de computación, laboratorios, canchas deportivas, lugares para estudiar e investigar con comodidad, actividades extraescolares atractivas”. (Pérez, 2003) ¿Qué analizar? Los contenidos de la calidad Fe y Alegría define la calidad de la educación desde cuatro contenidos que, interre-lacionados entre sí, responden a las características polifacéticas y multidimensionales del concepto con las cuales se identifica. El contexto: En su programa de Mejora de la Calidad, Fe y Alegría ubica el contexto como un factor esencial para tener en cuenta en la mejora de la calidad de sus centros educativos. Sin conocer el contexto en el cual se desarrolla y se proyecta un centro educativo, sería imposible analizar la calidad del mismo. El contexto define, limita y direcciona la intención con la cual un centro trabaja. Solamente cuando el centro educativo responde a su contexto, a su realidad, a sus intereses, a sus necesidades y desde allí desarrolla estrategias para mejorar y transformar esa realidad, sólo en esa medida se podrá definir que un centro educativo es de calidad. En el caso de las instituciones universitarias se hace necesario considerar lo planteado por Duart (2007), quien afirma: “La institución universitaria debe ser esa plataforma internacional para el intercambio cultural y la construcción de conocimiento compartido. Su papel en el mundo global adquiere cada vez más una relevante centralidad.” A continuación agrega: “Pero no por ello debe abandonar su determinante papel en el desarrollo del contexto inmediato en el que se encuentra, en el desarrollo regional, sino más bien al contrario. La ambivalencia que puede suponer esta doble visión, esta tensión 9