Modelo formativo de audiovisuales para ULEAM | Page 25
televisiva (Aguaded, 1999). En la misma línea está el pensamiento citado por Cáceres
(2007) «aunque a veces dichas potencialidades hayan quedado ensombrecidas por el
prejuicio de los profesores o el poco interés de los profesionales del medio que a
menudo descuidan el lugar que la programación educativa debe ocupar en el servicio
público» (p.10).
Nunca ha habido tanta posibilidad tecnológica para informar de manera satisfactoria
(disponemos de satélites, de capacidad de captar toda clase de información
rápidamente, con teléfonos que hacen fotografías y filman y eso se puede enviar a
gran velocidad mediante un ordenador…). Por consiguiente, tenemos una tecnología
extremadamente sofisticada y perfeccionada y con un número de fuentes de
información que se ha multiplicado, lo cual demuestra que la libertad de expresión es
total según (Ramonet, 2005).
Desde la percepción de estos autores, se puede captar cómo la necesidad de las
expresiones del individuo son infinitas e impredecibles, producto de
su
cosmovisión, siendo importante entender esa construcción del espejo que tenemos
en las pantallas, cuando nos llama poderosamente la atención una imagen, el sonido,
la luz y todos sus efectos y componentes lúdicos e imaginarios que oímos y
visualizamos. Argumento sustentado poderosamente por Ferrés (2012) al referirse a
la fuerza motivadora que tiene el vídeo manifestando:
En la comunicación audiovisual disociada el receptor seguramente elige,
porque se encuentra ante estímulos de diferente valor. Lo más probable es
que opte por las imágenes y las músicas, que resultan para él mucho más
gratificantes que el lenguaje verbal y que, además, le exigen mucho menos
esfuerzo decodificador. (p.142)
Cuando se analiza la calidad de la información de los sistemas de enseñanza y
programas de educación curricular planificada, se observa que depende de los
niveles de democracia participativa en los que ha sido concebido (Ramonet, 2005).
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Universidad Internacional de Andalucía, 2015