zona que bañaba el río Baetis, el actual Guadalquivir. Es probable que en el lugar
donde se establecieron los veteranos ya existiera una pequeña ciudad turdetana
cuyo nombre se ha perdido por no recogerlo las fuentes literarias. De este modo, en
el año 206 a.C., el general Escipión repartió tierras, trazó los límites de la nueva
ciudad y permitió que sus soldados veteranos empezaran una nueva vida como
colonos en la tierra de Hispania. En honor del origen itálico de estos veteranos, la
nueva ciudad recibió el nombre de Itálica.
Itálica es destacada por las fuentes antiguas como la primera colonia que los
romanos fundaron fuera se la propia Italia. La fundación de colonias había sido el
medio por el que Roma había asentado su poder en toda la Península de Italia,
concediendo a los colonos diversos estatutos de ciudadanía, bien la ciudadanía
romana plena, bien la ciudadanía latina, que constituía un nivel intermedio de
derechos ciudadanos. Los especialistas creen que Itálica fue fundada en un
principio con una concesión de ciudadanía latina, posiblemente porque la mayor
parte de los veteranos que se asentaron en ella no eran tampoco ciudadanos
romanos. Un siglo y medio después de su fundación, Julio César premió a la ciudad
de Itálica con la ciudadanía romana completa por haber mantenido la fidelidad a su
causa frente a las tropas de los hijos de Pompeyo.
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