MITO Mayo. 2018 | Page 32

Lanzarote del Lago

«Te nombro caballero», dijo Arturo

y púsome en el hombro su navaja:

Excálibur oficia en mí un conjuro

que lo hace posesor de mi mortaja.

Ante el Señor y ante Merlín yo juro

en esta mesa ronda sobre laja

que un caballero poderoso y duro

seré en la guerra que mi cuerpo ultraja.

Mas debo atribuirme un gran perjuro:

a la mujer que es reina en la baraja

la amo, Dios, y bajo el cielo oscuro

le hago el amor sobre la blanda paja.

La vil Morgana vende mi futuro,

y con protervia mi valor rebaja.

Ginebra arderá pronto en ígneo muro

y yo soy desterrado sin ventaja.

Regreso, sin embargo, fiel, seguro;

matando héroes rescaté a mi maja;

de los castigos del señor non curo;

solo por ella mi blasón trabaja.

En un convento hacia el que me apresuro

abandonó mi amada toda alhaja:

ahora que murió, mi cuerpo impuro

junto al de ella yacerá en su caja.

Por: Adrían París

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Fuente: Sombralarga