Mis ideas filosóficas | Page 84

Además, si consideramos este tema desde un punto de vista sim- plemente físico, tampoco me parece lógico que las almas estén migrando de unos mundos a otros de forma continua, porque creo que los espíritus no se pueden desplazar por el espacio de forma instantánea como algunos piensan. En mi opinión y según los úl- timos descubrimientos científicos, en el universo nada puede des- plazarse más rápido que la luz, esto significa que la velocidad de un objeto en el espacio sería proporcional a la relación entre la masa y la energía que en ella se encontrase. De este modo un ob- jeto con una parte proporcionalmente alta de materia como una nave espacial solo podría alcanzar como máximo el 15% de velo- cidad de la luz, mientras que en cambio un espíritu al estar forma- do por una parte mínima de masa, pero con una parte máxima de energía, podría alcanzar una velocidad cercana a la que alcanza la luz. Sin embargo, aunque esto fuera así, las distancias entre las estrellas se miden por años luz, que es la distancia que recorre la luz en un año. Esto significa que un espíritu tardaría como míni- mo cuatro años en llegar a la estrella más próxima, y miles en re- correr toda la galaxia, lo cual supondría un gran desperdicio de tiempo comparado con la otra opción que sería quedarse en el mundo en el que se encuentra y así contribuir a su progreso. Creo que a diferencia de una nave espacial de propulsión por reacción, los espíritus no se desplazan por el plano horizontal del cosmos, sino que utilizan las líneas de fuerza magnética que co- nectan los planetas entre sí a través de sus zonas polares. Esto lo harían describiendo una trayectoria curva, aunque también hay que decir que en el espacio no existen las líneas rectas absolutas. El procedimiento consistiría en engancharse por así decirlo a los electrones presentes en las líneas magnéticas que tuvieran como destino el planeta al que quisieran ir y sencillamente se dejarían llevar hasta terminar el recorrido, sería un viaje sin coste energéti- co. De este modo las líneas magnéticas funcionarían como autén- ticas autopistas espaciales, pero teniendo en cuenta las grandes distancias que hay en el espacio los espíritus solo emigrarían a otro planeta cuando no hubiera más remedio, como por ejemplo en el momento en el que se hubiera establecido en el una colonia humana, esto es así porque solo cuando un espíritu se une a un cuerpo humano este comienza realmente a tener vida y de no pro- 84