teoría fueron creados con la idea de dar representación política a
todas las tendencias ideológicas, sin embargo en la práctica pro-
ducen el efecto contrario pues son muchos los casos en que tras
unas elecciones los países que utilizan este tipo de gobierno se
encuentran en una situación de ausencia de poder al no ser capa-
ces los partidos ganadores de formar una mayoría suficiente. Italia
es un ejemplo del fracaso de este sistema por su gran tendencia a
romper sus alianzas políticas con frecuencia, lo que lleva a que
sus legislaturas duren escasamente un año en la mayoría de las
ocasiones. O España cuya aparente estabilidad es la consecuencia
del sometimiento del gobierno al chantaje de los partidos separa-
tistas que solo buscan la secesión del estado y no representan los
intereses de todos sino los de su propia comunidad autónoma, es-
to significa que después de cada votación el partido ganador ten-
drá que negociar con estos partidos y el precio a pagar para for-
mar gobierno será la destrucción paulatina del estado. Por ello,
creo que la única forma de dar a los gobiernos la solidez política
que un país necesita sin depender de modelos dictatoriales o mo-
nárquicos es crear una república con un sistema electoral mayori-
tario a segunda vuelta. De este modo el partido más votado podría
obtener el cincuenta y uno por ciento de los escaños del parlamen-
to, necesarios para poder gobernar con una suficiente estabilidad,
el otro cuarenta y nueve por ciento quedaría en manos del resto de
partidos. Por supuesto antes de la segunda vuelta los partidos po-
drían formar alianzas, pero esto no sería un trámite obligatorio,
pues el partido más votado formaría mayoría en el caso de concu-
rrir en solitario y por lo tanto obtendría los escaños necesarios pa-
ra que el país pueda ser gobernado, así el periodo electoral tendría
más probabilidades de llegar a su término con normalidad. En
ningún caso se puede afirmar que este modelo no sería representa-
tivo pues en la segunda vuelta, el partido ganador de los dos que
concurrieran, sería el que más votos obtuviera. Dicho esto quisie-
ra señalar que esta es una opinión sobre los modelos de gobierno
actuales, pero creo que el mejor modelo sería aquel en el que to-
das y cada una de las leyes fueran elegidas directamente por los
ciudadanos, para así tener una auténtica democracia, pero segu-
ramente esto tardara mucho en llegar dado el poco interés que
muestran los políticos en ello.
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