LA FALSA INTEGRACIÓN
Después de la segunda guerra mundial, los Estados Unidos inten-
taron sacar partido político de su victoria contra los alemanes,
aunque nunca había sido de buen agrado para los norteamericanos
las mezclas interraciales sin embargo ya que habían derrotado a
los nazis que se oponían a ellas ahora solo cabía la opción de sa-
car rentabilidad política de tal situación. Es decir que aunque en el
interior de sus fronteras se creaban leyes para dejar a las minorías
desamparadas, sin embargo de cara al exterior se emprendían po-
líticas imperialistas por todo el mundo bajo la consideración de
que al no apreciarse diferencias raciales en su propio territorio,
tampoco tenían por qué considerar las diferencias raciales un im-
pedimento para la invasión de otro país. Esto es sin duda una
forma frívola de entender la idea de la igualdad racial, además
dentro de los Estados Unidos el gobierno no mostraba ningún in-
terés por reconocer los derechos de las demás razas distintas de la
blanca, lo cual dio lugar a la denuncia pública de Martin Luther
King, lo que provocó que se creasen leyes en las que formalmente
se reconocían los derechos de tales minorías pero solo de forma
aparente, pues en realidad el gobierno de Estados Unidos conside-
ra la relación entre razas como algo que solo sirve desde un punto
de vista de sumisión de los unos hacia los otros y para asegurarse
de ello niega a los ciudadanos servicios públicos como la sanidad
gratuita o garantizada que lo único que provoca son guetos socia-
les. Al mismo tiempo se permite la llegada de forma periódica de
inmigrantes para estimular un crecimiento con el fin de crear es-
peranzas de mejora para esa población maltratada y desfavoreci-
da. La verdad es que un país desarrollado no necesita crecer de
forma continua, lo que necesita es un reparto justo de la riqueza
que evite las situaciones de exclusión social, pero con la ilusión
del crecimiento se intenta animar a esa población en situación de
semiesclavitud a creer que aunque ellos estén siendo explotados,
con el crecimiento económico pronto podrán pasar de ser explota-
dos a ser explotadores, por lo tanto el crecimiento es una preocu-
pación no de los trabajadores sino de quienes les explotan, por el
temor que tienen de que esas personas desfavorecidas protesten
para que se les trate como seres humanos. Esta es la razón de que
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