se produce una situación inversa a esta, pues el descenso de las
temperaturas produce un efecto relajante con el consiguiente au-
mento de la sensación de sueño. En realidad los virus han sido
creados por la naturaleza con el fin de descomponer la materia or-
gánica muerta en sus moléculas elementales, sin embargo cuando
se introducen accidentalmente en un cuerpo vivo se producen las
denominadas infecciones y es entonces cuando el sistema inmu-
nológico entra en acción para restablecer la situación anterior. Sin
embargo cuando se trata de un virus desconocido se pueden pro-
ducir las conocidas epidemias, esto ocurre porque el sistema in-
munológico desconoce el remedio natural para sanarse, pero en la
mayoría de las ocasiones a lo largo de la historia, ha sido el pro-
pio ser humano el responsable de las epidemias y no los virus,
pues su incapacidad para controlar su propio crecimiento demo-
gráfico, daba lugar a que con frecuencia, el número de habitantes
fuese mayor que los alimentos necesarios para mantenerlos, lo
que provocaba un debilitamiento del sistema inmunológico, sien-
do este un medio perfecto para la extensión de las enfermedades,
por lo tanto, en este caso, los virus cumplían la incómoda tarea de
provocar una corrección en el número de habitantes, que el propio
ser humano no era capaz de hacer. Ante esta situación lo más fácil
era echar la culpa a Dios.
LA IMPORTANCIA DE UN HORARIO ESTABLE
Hoy en día es común que en el transcurso de nuestra vida, incluso
durante el tiempo que dura una semana, sea frecuente cambiar los
horarios dedicados a dormir, pero es importante tener en cuenta
que vivir la vida con estabilidad es muy importante para tener una
buena salud. En realidad, lo ideal sería que las horas en las que
uno duerme fueran las mismas y a las mismas horas los días labo-
rables y los festivos, es decir que se mantendrían los mismos ho-
rarios respecto a la hora de dormir y su duración independiente-
mente de que se trate de un día libre o festivo. El cuerpo humano
tiene una memoria interna que se intenta adaptar a las costumbres
que le vamos marcando, pero cuanto más estable es el horario de
vigilia y sueño más favorecida se encuentra nuestra salud, por lo
tanto esa costumbre extendida de madrugar de una forma extrema
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