Mis ideas filosóficas | Page 17

tir la droga ya demostró su fracaso durante la ley seca en Estados Unidos a principios del siglo veinte, y hoy en día los gobiernos siguen gastando millones en la persecución policial con los mis- mos resultados inútiles, no se dan cuenta que quienes mantienen ese negocio en funcionamiento son los mismos consumidores, que se niegan a aceptar que nadie les diga por la fuerza que es lo que deben consumir y que no, es mediante el respeto a su libre albedrío y tratando de convencer con razones y no con violencia cómo los ciudadanos comprenderán al fin lo insensato del consu- mo de drogas y es entonces cuando esa lucha se podrá ganar. LA ESTACIÓN DEL CAMBIO Podría decirse que desde un punto de vista biológico solo existen dos estaciones, la estación del verano y la estación del invierno puesto que el sistema biológico de nuestro cuerpo es a estas dos estaciones a las que se adapta y es en las restantes dos estaciones primavera y otoño en las que lo hace, por eso se suele decir que la primavera la sangre altera, justo en ese momento entre mayo y junio el metabolismo tiene que cambiar y adaptarse a las circuns- tancias del verano, entonces es frecuente que se produzca fiebre, irritabilidad, dolores en distintos puntos del cuerpo e insomnio, la causa de esto es en mi opinión el hecho de que el calor favorece el incremento de la actividad vírica en nuestro cuerpo, lo que provo- ca que el sistema inmunológico se vea obligado a suministrar un mayor número de anticuerpos al flujo sanguíneo. Durante el in- vierno los virus se encuentran en general más aletargados a causa del frío puesto que las bajas temperaturas son un medio desinfec- tante natural, además ayuda a combatir las fiebres, pero en la pri- mavera esto cambia, el incremento de las temperaturas favorece un mayor desarrollo vírico en el aire y en nuestro cuerpo, enton- ces el sistema inmunológico se encuentra de repente desbordado, y se produce una apresurada lucha entre este y los virus con los síntomas ya conocidos que terminará con la victoria de nuestro metabolismo una vez los medios antivíricos se hayan incrementa- do y adaptado a la nueva situación. Por ello, mientras los sínto- mas sean leves es preferible no utilizar medicamentos para dar la posibilidad a nuestro cuerpo de buscar su adaptación. En el otoño 17