LA FALACIA DE LA CRIOGENIZACIÓN
Es sorprendente que en un mundo superpoblado haya quien pague
dinero para que en un futuro próximo su cadáver pueda ser su-
puestamente regresado a la vida. ¿Es que creen que pudiéndose
crear vida de forma natural, la sociedad se va a preocupar por re-
vivir cadáveres?
En realidad todo ello nace del empeño materialista de negar la po-
sibilidad de una vida espiritual después de la muerte, y por ello
asocian la continuación de la vida a la continuación del cuerpo.
Son incapaces de comprender que el cuerpo humano ha sido crea-
do para una duración limitada y no entienden que lo que debe so-
brevivir a la muerte es el espíritu y no el cuerpo. En realidad, la
criogenización no es más que una forma moderna de embalsama-
miento del cadáver, pero igual de absurdo que el de las momias
egipcias, pues todo cuerpo humano esta creado para durar un
tiempo limitado y es necesario asumir esta realidad. Pero lo más
demencial de todo es como esperan ser revividas las personas que
pagan fortunas por congelar su cadáver, pues en muchos casos
congelan solo su cabeza o su cerebro y piensan que en el momen-
to oportuno una sociedad futura creará un ser clonado idéntico a
él, seguidamente le extraerán su cerebro, y después introducirán el
suyo en el cuerpo del clon, esto desde todos los puntos de vista
sería un asesinato, pues el clon, también sería un ser un humano
igual que él, y por lo tanto con el mismo derecho a vivir y decidir
sobre su propio cuerpo. Es un grave error confundir la vejez con
una enfermedad, pues todo lo que nace tiene que morir, todo lo
que es creado tiene que envejecer, lo mismo las personas que los
planetas o las estrellas, porque el ciclo de nacimiento desarrollo y
muerte es un proceso natural y necesario para que la naturaleza se
recicle, por ello, es necesario comprender que el cuerpo humano
es una máquina creada para una duración limitada y que lo verda-
deramente eterno es el espíritu que tras la muerte debe seguir su
propio camino en una nueva reencarnación. A diferencia del
cuerpo, el espíritu nunca tuvo un comienzo, pues su existencia se
halla fuera de la estructura cíclica del tiempo, pues el espíritu es
vida y la vida igual que la materia no se crea ni se destruye solo se
transforma. El espíritu existe como expresión de la oposición en-
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