Mis ideas filosoficas 3 | Page 38

LOS PARÁSITOS MENTALES Es sorprendente ver que en esta sociedad contemporánea la ver- dad es casi siempre lo contrario de lo que parece, no es la verdad lo que se busca sino la apariencia de verdad, no se busca la hones- tidad sino mostrar ante los demás la imagen que se piensa que ellos valoran. Esta es una sociedad materialista en la que es habitual presumir de dignidad cuando se carece de ella, en la que los ciudadanos pare- cen dar más importancia a lo superfluo que a lo verdaderamente valioso. Es en esta cúspide de mentiras donde es más importante dudar de lo que nos dicen y son precisamente aquellos que se sienten desengañados con el mundo actual los que más inmuniza- dos y predispuestos se encuentran a descubrir a los timadores. En este momento presente, en el que más se presume de no tener prejuicios, es cuanto más se tienen, estos prejuicios actúan como auténticos parásitos mentales, pues no proporcionan ningún bene- ficio a quien los tiene. Un ejemplo de ello es la forma en la que el cine nos muestra el mundo actual, pues parece que los guionistas tuvieran unos dioses a los que servir que les marcan estrictamente la pauta de sus guiones, hasta el punto de convertir sus películas en historias desagradables, amargas y destinadas solo a contentar a los movimientos sociales más radicales, por ejemplo es curioso ver como en la actualidad se tiende a colocar en los papeles de je- fes a personas de raza negra, con el fin de que no se les pueda acusar de racistas, pero lo que el espectador no comprende es que tan solo son papeles secundarios, pues a diferencia de la vida real sus sueldos son inferiores a los que cobran los actores blancos, que si bien no interpretan papeles de jefes, sin embargo sus pape- les sí son principales y por lo tanto mejor pagados. Todo con el fin de aparentar una normalidad que no existe y servir a esos fal- sos dioses a los que parece estar entregada esta sociedad hipócrita, esos falsos dioses que proponen el feminismo o el mesticísmo como algo ideal, cuando solo están llevando a la autodestrucción de la sociedad occidental, nos dicen que no existen las diferencias raciales cuando hasta un niño de dos años las distingue, por ello, quienes critican alegremente a quienes defienden la integridad ra- 38