Mis ideas filosoficas 3 | Page 36

acoso al mundo árabe llevada a cabo por los Estados Unidos en Irak y Siria con el fin de arrebatar a Rusia todos sus países alia- dos, a la vez que apoyar a Israel, en un ejemplo claro de imperia- lismo. Parece que hubiera una necesidad injustificada para provo- car guerras con las que poder pagar a las empresas armamentísti- cas norteamericanas por su apoyo económico a los partidos políti- cos. Además, partir del final de la guerra, se inculco en la mente colec- tiva que todo aquel que defendiera que las razas deben vivir sin mezclarse tenía que ser forzosamente un enfermo, y por ello se inventó la palabra xenofobia, de esta forma ya no sería necesario explicar por qué aquellos que defendían estas ideas no tenían ra- zón, pues bastaba con utilizar esta palabra y todos sabrían que es- te es un asunto tabú y que quienes se adentrasen en ello serán considerados enfermos o enemigos del poder reinante. De esta manera los vencedores de la guerra se sirvieron del miedo a los nazis como forma de controlar a la población y justificar así su propia hegemonía mundial y su campaña de imperialismo, es de- cir que se asustaba a los ciudadanos contra los demás para ocultar sus propios crímenes. Pero lo más patético de todo es que este método de intimidación y alarma es el mismo que utilizaron los nazis contra los judíos y ahora lo utilizan los vencedores de la guerra para asustar a los ciudadanos y que estos se sometan más fácilmente a su propia hegemonía mundial. Todo esto al fin y al cabo no son más que estrategias de manipu- lación mental para ocultar la verdad, he impedir que los ciudada- nos piensen, pues cuanto mejor se opine sobre Alemania o sobre los nazis, lógicamente menos temor se tendrá en oponerse a la he- gemonía impuesta por los vencedores de la segunda guerra mun- dial. Una prueba de ello son las innumerables bases militares que los Estados Unidos tienen repartidas por todo el mundo. Por ello, sería lógico pensar, que si a quienes se oponen pacífica- mente a las mezclas raciales se les debe llamar despectivamente xenófobos, entonces lo lógico sería considerar que a quienes apo- yen el mestizaje habría que llamarles mestífobos, es decir todos aquellos que temen y se oponen con histeria ante quienes defien- den que las razas deben mantener su integridad sin mezclarse, porque hay casos en los que se llega a actuar de forma violenta o 36