Mis ideas filosoficas 3 | Page 30

la función de mando. Por lo tanto la idea de la sumisión solo tiene sentido entenderla como una cesión voluntaria de la mujer al hombre a cambio de unas contraprestaciones, que de no darse, se- ría lógico que ella exija la separación. El hombre inteligente es aquel que es cariñoso con su pareja y pone interés en que ella ten- ga todo lo que necesite, por ello la función del mando en el ma- trimonio solo hay que entenderla como una tarea presidencial de- mocrática y no como una dictadura. Es una tarea de colaboración entre los dos cónyuges para sacar la familia adelante, por ello es correcto entender que las funciones de cada sexo sean distintas, pero también que esa asociación sea voluntaria para ambos y solo la consecuencia de un compromiso mutuo. Porque es la naturaleza en su gran sabiduría la que decidió que cada sexo sea distinto, con el fin de que tengan funciones distintas en la vida, esa función en ningún caso debe entenderse como inferior sino solo como dife- rente. El hombre representa el sol, el centro, el mando. La mujer representa la tierra, el agua, la espiritualidad. Ambos son la expre- sión en forma humana da la bipolaridad del cosmos, los dos igual de importantes, los dos con el mismo derecho a ser felices, pero también los dos con distintas funciones en la vida. Por ello, la idea de la sumisión de la mujer al hombre debe entenderse más como un juego destinado a dar estabilidad al matrimonio que co- mo algo que prive a nadie de sus derechos, pues el deber del hombre es tener en cuenta las opiniones de su familia en todos sus actos, y decidir entre todos las acciones a llevar a cabo de forma consensuada. Esta debe ser una relación recíproca en la que la mujer cede el mando al hombre, pero con la con la condición de que este la utilice para procurar el bien de su familia, por ello la creencia de que uno tenga que estar mejor que el otro es errónea, pues una relación justa es aquella en la que ambos tienen que es- tar igual de satisfechos. Es decir que el hombre debe presidir el matrimonio pero para servir a su familia, por lo tanto la cuestión de quien sirve a quien no deja de depender del punto de vista con el que se mire. El modelo matrimonial actual, inspirado en los mitos feministas, ha llevado a una situación de enorme tensión a muchos hombres, al crearles una permanente sensación de inseguridad, pues en caso de separación la ley suele dar por lo general todos los bienes de la 30