Mis ideas filosoficas 3 | Page 28

tanto, el hecho de que existan especies o razas superiores, no tiene por qué conllevar la crueldad de unas razas hacia las otras, porque en el caso de la especie humana todas las razas son necesarias, debido a que cada una de ellas es la consecuencia de su adapta- ción a los distintos climas de la tierra. Lo cierto es que la verdade- ra superioridad es mediante los comportamientos humanos y pia- dosos como se demuestra y no con la tiranía, pues aquellos que se apoyan en argumentos raciales para hacer el mal no demuestran con ello superioridad, sino más bien los impulsos más mediocres y atrasados propios de los individuos más primitivos, porque los comportamientos despóticos son más propios de canallas y bandi- dos que de seres superiores. Por ello, no hay nada de deshonroso en creer que una raza pueda ser superior a otra, pero eso no impli- ca que se tenga derecho a maltratar a las demás, pues todas las es- pecies y todas las razas cumplen una función sobre la tierra y tie- nen derecho a ser respetadas y a vivir en libertad. Porque el hecho de que una raza pueda ser superior a otra no implica el derecho a servirse de las demás, pues aunque esto fuera cierto, todos somos seres humanos pertenecientes a una misma especie. El concepto de superioridad racial puede determinar diferencias con respecto a la zona climática del planeta donde vivir u otra clase de circuns- tancias, pero en ningún caso daría derecho a la preferencia o el servilismo de unas razas sobre las otras. LA JUSTICIA SOCIAL En una sociedad evolucionada es absurdo tener ciudadanos en una situación de exclusión social, pues todas las personas pueden y deben participar de los beneficios del sistema, porque no hay nin- guna razón para que una ciudad organizada prescinda de alguno de sus miembros. Por ello, es necesario crear un sistema integral por el que todos los ciudadanos tengan la garantía del estado para tener un alojamiento en el que vivir y un trabajo con el que parti- cipar de la actividad social. Por supuesto para que esto sea posible es necesario reservar estos derechos únicamente a aquellos ciuda- danos que tengan la nacionalidad reconocida legalmente, pues de 28