Mis ideas filosoficas 3 | Page 26

a una política tanto nacional como internacional errática. Pero quizás el ejemplo más claro lo tenemos en la historia de Esparta, esta nación igual que Estados Unidos creció con fuerza cuando era racialmente pura, esta política también era favorecida por el estado, sin embargo se hundió al caer en el error de promover la esclavitud, hasta ser más los esclavos que los ciudadanos libres. Es imposible que una nación pueda existir de forma prolongada cuando la mayoría de sus ciudadanos son esclavos, además en el caso de Esparta esos esclavos eran nativos de la tierra y por lo tanto de la misma raza que los espartanos, por lo que era todavía más absurdo aplicar la esclavitud con ellos, teniendo en cuenta que si se les hubiera integrado, no habría existido diferencia racial alguna. La paulatina disminución de las personas con derecho de ciudadanía y con capacidad para participar en el ejército, desen- cadenó una situación cada vez más inestable que terminó con el brusco hundimiento de esta nación. Lamentablemente Esparta re- presentó al mismo tiempo lo mejor, pero también lo peor que una sociedad puede tener. Pero la sociedad actual se niega a hacerse una autocrítica, aturdida por los sucesos de la segunda guerra mundial. Esta situación de confusión y vacío de poder ha sido aprovechado por los inmigrantes para entrar en Europa en masa y en muchos casos de forma violenta, pero lo más absurdo de todo, es que las autoridades europeas recompensen a estos invasores entregándoles las ayudas económicas que sin embargo se les nie- gan a aquellos que cotizaron para poder servirse algún día de esas ayudas. Es necesario que la sociedad comprenda que no todo vale y que el mercado no es lo único importante y que por encima de todo está la dignidad y la cultura que la propia raza representa. La historia demuestra que estos hechos son ciertos, por mucho que los tópicos contemporáneos hagan que la gente no los quiera ver. La sociedad tiene que entender que a esta clase política corrupta solo le interesa el enriquecimiento personal, sin preocuparse lo más mínimo de la sociedad a la que representa. Las grandes na- 26