permaneció un tiempo en el desierto, pues los esenios igual que él
estuvieron distanciados de la sociedad durante algunos años. En-
tre los esenios era común enseñar el uso de las plantas medicina-
les con fines curativos, esto pudo ser confundido o dar pie al mito
de su capacidad para hacer milagros. El hecho de llevar el pelo
largo también favorece esta hipótesis, porque entre los hebreos
existía una forma inequívoca de saber cuándo alguien trataba de
dar a entender su dedicación religiosa y era mediante el llamado
nazareato que consistía entre otras cosas en dejarse el pelo largo,
de este modo cuando Jesús tomó la decisión de comenzar a predi-
car pudo decidir llevar el cabello largo aun sin ser nazareo, como
forma de que la gente supiera nada más verle cual era el motivo
de su predicación. Lo que parece bastante evidente es que los
apóstoles tomaron la decisión de exagerar los hechos de la vida de
Jesús al ver que el simple predicamento no era suficiente para ex-
tender su mensaje, desde cierto punto de vista se le puede llamar
mentir, pero quizás para ellos fuera la única forma de extraer una
utilidad al sacrificio hecho por su maestro. Por ello, es un error
detenerse a pensar en si Jesús era divino o humano, pues no es
ninguna deshonra para un hombre reconocer que lo es, muchos
hombres han hecho grandes cosas en la historia de la humanidad
sin que haya sido necesario atribuirles el calificativo de divino,
por ello, divinas deben considerarse únicamente a las ideas verda-
deras y no las personas, por mucho que la iglesia intente hacernos
creer lo contrario con el fin de limitar nuestra capacidad de racio-
cinio. Una forma de pensar evolucionada, es aquella que valora
los hechos y las ideas de forma libre y por lo tanto acepta aquello
que considera cierto y rechaza lo que se considera equivocado, sin
aceptar ninguna limitación a discutir sobre nada, porque para po-
der evolucionar es imprescindible estar dispuesto a aceptar que
una idea puede estar equivocada o anticuada, para a partir de ese
punto, poder mejorarla. Por ello, es un grave error mitificar a los
personajes religiosos, porque cuanto más se les mitifica más se
aleja quien lo hace de un pensamiento racional y científico y eso
es precisamente lo que buscan quienes se sirven del mito con el
fin de dificultar el libre albedrío de la sociedad. Por culpa de los
dogmas la sociedad se ve inmersa en grandes dificultades para
progresar en el campo religioso, todo sería más fácil si las organi-
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