chos por Jesús o los que se dice ocurrieron durante su vida pueden
considerarse como meras invenciones. Realmente el cristianismo
no fue una religión importante hasta varios siglos después de su
muerte y debido a la poca exactitud de la información que se tenía
sobre su vida y a los intereses creados a su alrededor prácticamen-
te toda ella se inventó, relatos como los que se refieren al modo
en que Jesús nació, la estrella de Belén, los magos de oriente, to-
do ello simplemente tenía como finalidad por un lado favorecer la
expansión de sus ideas, pero también servir de instrumento para
imponer el poder hegemónico por parte de la iglesia católica. Pero
lo más vil por parte de esta fue pretender equiparar a Jesús con
Dios, todo ello con la única intención de equipararse a sí misma
con él al declarar infalible al papa, y así someter al mundo a la
más vil dictadura religiosa, esto es en cierto modo lo que ocurrió
durante la edad media.
Un hombre evolucionado debe valorar a los personajes religiosos
por el valor de sus enseñanzas y no por los milagros que se le
puedan asociar. El hecho de que Jesús no hiciera milagros no sig-
nifica que por ello no tuviera razón en sus ideas. Creo que es justo
reconocer el valor de Jesús como precursor del progreso de la
humanidad, pero también es correcto reconocer en él a un hombre
que como los demás tenía sus aciertos pero también sus errores.
Divinas por lo tanto son aquellas cosas que están bien hechas y en
consonancia con las leyes universales, es cierto que aquellos que
descubren estas verdades hacen algo grande, pero eso no significa
que sus ideas no puedan ser mejoradas.
La verdad es que los datos fiables que se tienen hoy en día sobre
Jesús son muy escasos por lo que ninguna hipótesis sobre él pue-
de considerarse definitiva, por ello el afán de la iglesia católica
por zanjar la discusión de cómo era Jesús o cómo fue su vida, no
deja de ser cuestionable.
Una posible explicación de por qué Jesús se dedicó a predicar pu-
do ser porque perteneciera o se viera influenciado por las ideas de
los esenios, por ello quienes afirman que Jesús era un judío más
se equivocarían, teniendo en cuenta que en aquellos tiempos igual
que en la actualidad las religiones tenían muchas variantes distin-
tas y quizás Jesús trato de exponer sus propias ideas al respecto.
También podría apoyar esta hipótesis la creencia de que Jesús
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