Mis ideas filosoficas 2 | Page 84

No es ninguna deshonra reconocer que Jesús igual que el resto de las personas cometía aciertos y errores, pero también es justo re- conocer que era un hombre excepcional, pues a lo largo de la his- toria han sido muchos quienes han contribuido al progreso de la humanidad, sea en el campo filosófico como en el técnico y eso no implica que se les considere como seres divinos. Un pensa- miento evolucionado es aquel que considera como divino única- mente a las ideas acertadas pero no a las personas, pues estas pue- den cometer errores, divinas por lo tanto son aquellas ideas que por verdaderas están en consonancia con las leyes que rigen el cosmos. Jesús fue un hombre que luchó por ahondar en la con- ciencia de su sociedad para mejorarla, intentó propagar la doctrina del bien y descubrir los valores espirituales al mundo, eso en sí mismo ya es algo grande sin que sea necesario recurrir a encum- brar su persona, por lo tanto lo correcto es reconocer la contribu- ción de Jesús al progreso de las ideas, pero sin obsesionarse sobre su naturaleza divina o humana. Después de su muerte gran parte de las cosas que se dijeron sobre él fueron invenciones, pues ni siquiera se conocía su fecha exacta de nacimiento, en parte con el fin bien intencionado de favorecer la expansión de las doctrinas que él había enseñado y por las que había dado su vida, pero también con el fin de utilizarlo como ins- trumento para obtener el poder con fines ilícitos y egoístas, como ocurrió después con la iglesia católica, por ello se equivocan quienes culpan a Jesús por los actos de quienes se autoproclaman sucesores de él, lo correcto es juzgar a cada uno por sus propios actos. En lo que se refiere a los milagros, no creo que los que se atribu- yen a Jesús sean ciertos, pero no debemos olvidar que vivimos en un mundo milagroso, pues desde cierto punto de vista el hecho de que salga el sol todos los días también tiene algo de ello, o el des- cubrimiento de la aviación, seguro que quienes vieron volar por primera vez un objeto construido por el hombre dirían que es un milagro, o la llegada del primer hombre a la luna, vivimos en un universo que hace milagros, si por tal cosa nos referimos a hechos sorprendentes que parecen violar las leyes de la naturaleza cono- cidas hasta el momento. Sin embargo también es justo decir que prácticamente todo lo que se refiere a los supuestos milagros he- 84