lincuentes establecen topes ridículos en las condenas con inde-
pendencia de la gravedad de los delitos con el fin de quedar ellos
absueltos en la mayor brevedad posible, en el caso de ser deteni-
dos, pero no tienen ningún pudor en permitir que con esas leyes
absurdas también queden en libertad asesinos condenados a miles
de años tras cumplir una parte insignificante de sus condenas y
sin haberse arrepentido. Esos políticos canallas surgidos de estas
falsas democracias pretenden hacernos creer que son generosos
cuando en realidad lo que hacen es traicionar a la sociedad con el
único fin de enriquecerse, los ciudadanos deberían darse cuenta
de que una auténtica democracia solo existirá cuando las leyes
puedan elegirse directamente, en lugar de ceder el poder a esos
impostores que se llaman demócratas.
LA PERSONALIDAD DE JESÚS
Desde el mismo momento en que surgió la iglesia católica se
preocupó por dar una imagen de Jesús excesivamente divinizada
con la frívola intención de evitar todo cuestionamiento de sus
ideas o su persona, o más bien de las ideas que la iglesia determi-
nó que se tenían que atribuir a Jesús. Esto era debido a que pre-
tendía tener un control absoluto sobre los ciudadanos y para ello
el mejor modo era encumbrarlo hasta lo ilimitado y de ese modo
encumbrarse a sí misma, pues al autoproclamarse sucesora de él
pretendía considerarse en el derecho a decidir sobre lo divino y
sobre lo humano, negando a los ciudadanos toda libertad de pen-
samiento. Por ello es necesario analizar con justicia e imparciali-
dad la personalidad de Jesús fuera de dogmatismos e ideas im-
puestas.
En primer lugar quisiera decir que no es ninguna deshonra para un
hombre reconocer en él virtudes y defectos aciertos y errores y
tampoco es un error pensar que Jesús los podía tener. Jesús ante
todo era un filósofo y un ideólogo y solo por ello ya merece un
respeto, pues intentó a su modo contribuir al progreso moral de su
sociedad, sea mayor o menor su acierto.
Hay quien dice que Jesús pertenecía a la secta de los esenios, o
que el cristianismo es una evolución del zoroastrismo, también
hay quien dice que Jesús relacionaba la pérdida de valores mora-
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