Mis ideas filosoficas 2 | Page 82

lincuentes establecen topes ridículos en las condenas con inde- pendencia de la gravedad de los delitos con el fin de quedar ellos absueltos en la mayor brevedad posible, en el caso de ser deteni- dos, pero no tienen ningún pudor en permitir que con esas leyes absurdas también queden en libertad asesinos condenados a miles de años tras cumplir una parte insignificante de sus condenas y sin haberse arrepentido. Esos políticos canallas surgidos de estas falsas democracias pretenden hacernos creer que son generosos cuando en realidad lo que hacen es traicionar a la sociedad con el único fin de enriquecerse, los ciudadanos deberían darse cuenta de que una auténtica democracia solo existirá cuando las leyes puedan elegirse directamente, en lugar de ceder el poder a esos impostores que se llaman demócratas. LA PERSONALIDAD DE JESÚS Desde el mismo momento en que surgió la iglesia católica se preocupó por dar una imagen de Jesús excesivamente divinizada con la frívola intención de evitar todo cuestionamiento de sus ideas o su persona, o más bien de las ideas que la iglesia determi- nó que se tenían que atribuir a Jesús. Esto era debido a que pre- tendía tener un control absoluto sobre los ciudadanos y para ello el mejor modo era encumbrarlo hasta lo ilimitado y de ese modo encumbrarse a sí misma, pues al autoproclamarse sucesora de él pretendía considerarse en el derecho a decidir sobre lo divino y sobre lo humano, negando a los ciudadanos toda libertad de pen- samiento. Por ello es necesario analizar con justicia e imparciali- dad la personalidad de Jesús fuera de dogmatismos e ideas im- puestas. En primer lugar quisiera decir que no es ninguna deshonra para un hombre reconocer en él virtudes y defectos aciertos y errores y tampoco es un error pensar que Jesús los podía tener. Jesús ante todo era un filósofo y un ideólogo y solo por ello ya merece un respeto, pues intentó a su modo contribuir al progreso moral de su sociedad, sea mayor o menor su acierto. Hay quien dice que Jesús pertenecía a la secta de los esenios, o que el cristianismo es una evolución del zoroastrismo, también hay quien dice que Jesús relacionaba la pérdida de valores mora- 82