haber tenido tales contactos, sin existir pruebas concluyentes al
respecto. Lo cierto es que ante la duda lo más probable suele ser
la verdad aunque no siempre.
En realidad el universo está lleno de maravillas y cosas increíbles,
pero no debemos aceptar los argumentos de quienes pretenden
monopolizar la verdad en su propio beneficio, ni tampoco la acti-
tud de quienes lo niegan todo solo porque no lo pueden controlar.
En realidad la filosofía y la religión son ciencias que tienen como
misión el desarrollo moral de la humanidad, por lo tanto conside-
rar si los fundamentos religiosos tienen un origen divino o hu-
mano es secundario, lo verdaderamente importante es extraer los
valores útiles de todas las ideas con el fin de crear una religión
basada en la verdad. Porque lo verdaderamente divino son las
ideas y no las personas, porque las ideas verdaderas son las que
hacen progresar a la humanidad.
LA SOLEDAD DE UN FILÓSOFO
En realidad un filósofo no tiende a buscar la soledad porque sea
este un objetivo en sí mismo, se distancia de los demás porque es-
tos no comprenden sus inquietudes, el filósofo en realidad lo que
desea es descubrir un mundo mejor para luego poderlo compartir,
no es su objetivo estar solo, pues nadie puede desear tal cosa, la
soledad por lo tanto es el instrumento para poder concentrarse y
ver el mundo futuro uniendo ciencia y meditación, estos descu-
brimientos la mayoría no los pueden comprender, a causa de la
ignorancia y las dificultades de la vida. Al no ser la soledad un fin
sino un medio, tampoco sería descartable que un filósofo compar-
ta su vida con una familia o tenga una cierta relación social, por-
que en una vida pueden caber muchas cosas y etapas diferentes.
Si tenemos en cuenta que la finalidad de la filosofía es mejorar la
calidad de vida de las personas, entonces tampoco tiene porque
haber nada malo en el hecho de que el filósofo se aplique sus des-
cubrimientos a sí mismo, viviendo esa vida ideal que desearía pa-
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