Mis ideas filosoficas 2 | Page 76

sión del cosmos en los polos positivo y negativo, que es el origen por ejemplo de los sexos o los polos magnéticos. Aquellas perso- nas que no respetan estas reglas de la naturaleza se vuelven dés- potas y eso hace que les resulte más difícil sentir satisfacción con lo que hacen, es como si su alma se recubriera de una costra que les impide ver la luz, estas almas embrutecidas tienden a buscar más dinero del que normalmente necesitarían porque son incapa- ces de ser felices y creen que solo con una mayor riqueza lo po- drán conseguir, por eso esta clase de personas se dan con más fre- cuencia en los puestos de importancia de lo que tendría que co- rresponder. Sin embargo su creencia de que el dinero les dará la felicidad está equivocada, porque solo cuando reequilibren su al- ma encontrarán la paz buscada, solo cuando eliminen el despo- tismo de ella y valoren antes la dignidad que el dinero sentirán de nuevo la felicidad y su alma será libre. LA FALSA FILOSOFÍA Es verdaderamente bello dejarse llevar por la imaginación o su- mergirse en extensas investigaciones filosóficas, a través de la meditación uno puede viajar a través del tiempo y del espacio y descubrir aquellas cosas que solo con detenimiento se pueden comprender, pero es importante mantener siempre la serenidad y no dejarse llevar con facilidad por la afirmaciones de escritores o líderes religiosos por mucho que se autoproclamen profetas o contactados, porque en muchas ocasiones esto no es más que una estrategia de manipulación mental, que lo que intenta es hacernos perder nuestro libre albedrío para que nos sometamos a sus deseos y opiniones, en este sentido la ciencia oficial tradicionalmente es- céptica tiene de positivo que al menos analiza las cosas con cierta perspectiva, aunque carece de la suficiente capacidad de recono- cer lo extraordinario cuando esto sucede. A veces el escepticismo no es más que una excusa para ocultar la falta de valor de recono- cer lo evidente. No excluyo la posibilidad de que en el pasado filósofos o profetas pudieran haber entrado en contacto con seres superiores o extrate- rrestres que les habrían transmitido sus enseñanzas, pero tampoco se tiene por que aceptar los argumentos de cualquiera que afirme 76