representa a aquellos que son mensajeros de Dios, es decir que
por “mensajeros de Dios” podemos entender que son aquellos que
descubren las verdades científicas y las transmiten a la humani-
dad. Eso significa que cualquier hombre en virtud de su cercanía a
la verdad puede representar la figura simbólica de Cristo, pero no
debemos olvidar que lo divino son las ideas y no las personas,
porque las personas son imperfectas, por eso, es absurdo idolatrar
a Jesús como si esas verdades divinas que el pudiera haber descu-
bierto fueran de su exclusiva propiedad, porque antes que él tam-
bién hubieron otros que le fueron enseñando el camino.
Los hombres primitivos eran ignorantes y sentían temor ante lo
desconocido, por eso creaban falsos ídolos o simples rituales co-
mo el bautismo para mostrar una adhesión física a aquello que re-
quiere una adhesión espiritual, pero un hombre evolucionado debe
rechazar todos aquellos símbolos que solo representan apariencias
y demostrar con los hechos su conversión hacia el bien. El hom-
bre del pasado se bautizaba con su cuerpo, pero el hombre del fu-
turo se bautizará con su alma.
LA ESENCIA DE LA FELICIDAD
Podría decirse que la felicidad está determinada por dos dimen-
siones que podríamos definir como cristalina y solar, la dimensión
solar es la que rige el placer que se obtiene con él poder y la ri-
queza, o el proporcionado por la técnica y podría decirse que está
representado por el color rojo, la dimensión cristalina es la que
rige el placer que se deriva de las cosas sencillas, de la inteligen-
cia y del sentido común, y está representado por el color blanco.
La felicidad es la consecuencia de conseguir el equilibrio entre
ambas dimensiones y solo se puede alcanzar en su grado máximo
si se respetan sus reglas, por ello puede darse el caso que una per-
sona sea inmensamente rica y sin embargo infeliz, y otra sea po-
bre pero feliz, el dinero puede ayudar a alcanzar la felicidad pero
no es determinante en ella. Para ser feliz, respetar las reglas de la
dimensión cristalina es fundamental, por este motivo es impres-
cindible vivir con decencia y honestidad. Esta característica bipo-
lar que tiene la felicidad no es exclusiva de ella, pues en el uni-
verso la mayoría de las cosas la tienen, y está derivada de la divi-
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