También me parece sorprendente que haya personas que creen
que para que se pueda producir un progreso moral es necesario
que existan seres dedicados únicamente a hacer el mal, con el fin
de que las personas se vuelvan más precavidas. Es que no com-
prenden que para equivocarse no es necesaria la ayuda de nadie,
ya que para eso se basta uno solo. Porque la verdad es que quien
actúa con egoísmo lo hace por su propio interés y no para ayudar
a nadie. Además, que triste seria la vida de esos hipotéticos seres
superiores, si todo su tiempo lo tuvieran que dedicar a hacer el
mal. Creo que ya es bastante difícil la evolución con todos sus
errores, como para que encima tengan que existir seres dedicados
a esa patética finalidad. Por este motivo lo lógico es considerar
que solo tiene sentido la existencia del diablo, como personaje
simbólico, para representar a aquellos seres que cometieron el
error de elegir el mal como conducta fundamental de su vida, pero
sin que represente a un ser en sí mismo.
En realidad, el demonio o el mal que es lo mismo, es en esencia
de origen psicológico, pues se podría definir como la conducta
vanidosa cuando se convierte en la característica principal de una
persona o de un espíritu y únicamente le crea problemas al darle
una visión irreal de las cosas. Por eso, al demonio hay que des-
truirle y eliminarle de nuestra mente y de la sociedad, puesto que
quien pretende tratar con el mal de forma débil, únicamente le da
opciones de crecerse, con el mal no se puede actuar con ambigüe-
dad, hay que destruirlo por completo. Es necesario defender el
bien como eje de nuestro ser, porque si se es ambiguo al respecto
el mal crece y destruye a quien lo lleva. Una persona sensata debe
ser buena con las personas buenas, pero también enérgica con las
malas, porque solo los estúpidos son buenos con las personas
malvadas, no debemos confundir justicia con debilidad. Porque la
defensa propia no solo es un derecho, sino también el pilar en el
que se asienta todo orden social. Lo cierto es que el destino de to-
dos los seres es orientarse hacia el bien, porque es la única forma
de poder convivir con nuestros semejantes y así alcanzar la felici-
dad.
También es lamentable que existan quienes invocan al demonio
esperando obtener beneficios de ello, esta gente no comprende
que cuando hacen eso solo atraen hacia si a espíritus de criminales
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