ejerce la función presidencial en el sistema solar al estar en el
centro y coordinar el resto de planetas. Además, en lo que se re-
fiere al ser humano es así como ha sido tradicionalmente a lo lar-
go de la historia y aunque es cierto que en el pasado se han hecho
cosas equivocadas, sería injusto decir que solo lo han sufrido las
mujeres porque la evolución fue difícil para todos. Por eso, consi-
dero lógico que sea el hombre el que ejerza la función de presi-
dente que dé sentido a la familia.
Esto en ningún caso se tiene por qué confundir con una dictadura,
pues el hombre únicamente debe realizar la función de mando de
una forma democrática, sin imposición de su voluntad, es decir
que su función de liderazgo debe ser únicamente administrativa
teniendo en cuenta las opiniones de los demás y ser justo y bené-
volo en sus deliberaciones. Por supuesto el derecho de separación
debe estar siempre reconocido para ambos, pues como ya he di-
cho el liderazgo del marido en ningún caso debe ser una dictadu-
ra. También es cierto, que el hecho de que el hombre ejerza la
función de presidente de la familia no impide que tenga unas
obligaciones hacia ellos y por lo tanto si no cumple sus compro-
misos sería justo que se le recrimine por ello, porque el deber del
hombre es liderar el matrimonio pero únicamente para servirle. Es
necesario que cada cónyuge entienda que cada sexo fue hecho por
la naturaleza para especializarse en funciones distintas, por lo tan-
to no tiene que extrañar que esas funciones también sean distintas
en el matrimonio, pero también es cierto que esa especialización
no tiene por qué impedir el derecho de ambos cónyuges a ser
igual de felices. Por este motivo la ley también tiene que actuar en
consecuencia y en caso de separación reconocer a ambos cónyu-
ges el mismo derecho a cuidar de sus hijos excepto en el caso de
que se pueda demostrar una culpabilidad clara de uno de ellos, es
decir que ambos cónyuges podrían vivir con sus hijos el mismo
tiempo hasta que fuesen mayores de edad o compartir la vivienda
común en periodos de tiempo iguales.
Con el fin de obtener el voto femenino, en algunos países los polí-
ticos plantearon las relaciones familiares únicamente según tópi-
cos feministas, por lo que consideraron que en caso de separación
la culpa siempre era del hombre o se le negaba la custodia de sus
hijos diciendo que no podría atenderles bien. Se cometió así la in-
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