justicia de establecer que prácticamente todos los bienes del ma-
trimonio pasen a la mujer, es decir el piso, los hijos, e incluso una
parte importante del sueldo del marido, esto convirtió la separa-
ción en un linchamiento, pero con el respaldo de la ley, olvidando
su deber de ser justa e imparcial y condenando al hombre a la mi-
seria. Este tipo de leyes más que regular la separación lo que ha-
cen es inducir a ella, al privilegiar claramente a uno de los cónyu-
ges, pues parte del supuesto de que el hombre fuera rico y por lo
tanto capaz de desprenderse de sus bienes sin sufrir por ello nin-
guna consecuencia.
La verdad es que por culpa del feminismo muchas mujeres no es-
tán preparadas para el matrimonio, porque desde niñas se les ha
inculcado que su deber es enfrentarse a los hombres en el mundo
laboral en lugar de cumplir como madres, de esta manera se plan-
tean la maternidad como un estorbo en la realización de tales tó-
picos y en muchos casos tan solo llegan a tener un hijo lo cual es
totalmente insuficiente para el relevo generacional, de este modo
el feminismo se convierte en una auténtica amenaza al llevar a la
sociedad a su propio exterminio. Los políticos pro feministas
plantean la inmigración como solución, pero eso no evita el pro-
blema que es la falta de natalidad y tan solo es una solución a me-
dias al trasladar a otros el problema. Además, con esta medida
provocan el desorden racial y cultural, convirtiendo la clase traba-
jadora en un grupo social semiesclavo, porque la entrada masiva
de inmigrantes provoca la bajada del salario mínimo. No pretendo
decir con esto que las mujeres no puedan acceder al mercado la-
boral, pero lo lógico sería, que primero cumplan con su deber co-
mo madres garantizando el relevo generacional y a partir de ahí
puedan realizarse en el resto de actividades.
Pero lo más sorprendente es ver como las feministas pretenden
plantear como algo ilógico el hecho de que sean las mujeres las
que deban hacerse cargo principalmente de la atención a los hijos,
sobre todo en su infancia, porque si observamos como ejemplo la
forma en que los animales atienden a sus crías podemos compro-
bar como son las hembras las que por lo general se ocupan de su
descendencia de una forma más directa. ¿Quiere decir eso enton-
ces que todos los animales son machistas? En la especie humana
se utilizan adjetivos como machismo o feminismo, pero resultaría
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