mento el comienzo del año, pues solo hay un solsticio de invierno
o verano cada año.
Por ello sería deseable que el año volviera a comenzar con el sols-
ticio de invierno, el veintidós de diciembre, que es cuando co-
menzaba en la antigüedad, pues lo lógico es tal y como lo enten-
dían los antiguos que el año nuevo comience en el momento en el
que el sol comienza a subir y los días se van alargando, hacerlo
así sería la forma más natural de clasificar los años. En realidad
fue la iglesia católica la que por envidia de la fiesta que se cele-
braba tradicionalmente en esa fecha decidió fijar el nacimiento de
Jesús solo unos días después, el veinticinco de diciembre, con el
fin malintencionado de arrebatar a esta fiesta su verdadero signifi-
cado. En realidad la iglesia católica desconocía por completo la
fecha real del nacimiento de Jesús o incluso el año, por lo que re-
sulta evidente su mala fe en este sentido, y no fue esta su única
invención, pues en realidad todo lo relacionado con la infancia de
Jesús y las historias posteriores sobre sus milagros fueron inven-
tadas, tales falsedades no se las debemos atribuir a Jesús, pues no
hay que olvidar que la iglesia católica no fue fundada por él, sino
por el imperio romano como último recurso para evitar su hundi-
miento. Por ello, sería bueno que la sociedad recuperase el solsti-
cio de invierno como fecha para establecer el comienzo del año y
así volver a estar consonancia con la naturaleza. Pero además, las
instituciones deberían revisar la historia y desenmascarar las fal-
sedades propagadas por las organizaciones religiosas, pues no se
puede aceptar que simples hipótesis sean propuestas a los ciuda-
danos como verdades incuestionables.
EL ORDEN EN LA PAREJA
En todo sistema organizado es necesario que exista un liderazgo
claro para que sea posible el orden, en el matrimonio esto es igual
de importante, pues los dos cónyuges son dos personas con dos
formas de pensar distintas, por ello es necesario establecer un or-
den de mando por el que sea posible dar estabilidad a la pareja.
En mi opinión, esta función es mejor que la ejerza el hombre,
pues si miramos la naturaleza es así como funciona en el mundo
animal, también en el cosmos el sol como elemento masculino
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