lo lógico sería exigir responsabilidades a esa víctima por su exce-
so, pero en ningún caso permitir que un delincuente pueda ser re-
compensado por las lesiones que pudiera sufrir durante su activi-
dad criminal.
Es lamentable que con frecuencia cuando ocurre un delito, la ley
o no hace nada o toma una posición claramente a favor del delin-
cuente, simplemente por no querer tomar medidas que supongan
un gasto público. Es evidente la debilidad y negligencia presente
en muchos de los códigos penales de estas falsas democracias,
porque no solo se niegan a hacer justicia, sino que en muchos ca-
sos actúan en connivencia con los delincuentes.
LOS POLÍTICOS DECENTES
Es una lástima ver como desde el propio sistema educativo se in-
culca a los niños que vivimos en una democracia, da la impresión
que lo que verdaderamente buscan es crear una sociedad de fieles
siervos obedientes. ¿Pero cómo se puede considerar democrático
a un sistema que lo único que permite es elegir a los líderes polí-
ticos, pero sin ninguna opción de decidir directamente las leyes
que nos gobiernan? Es evidente que lo que intentan es hacer creer
a los ciudadanos que tienen una democracia, aun sabiendo que tal
cosa es falsa. Pero lo más indignante de todo, es que esos políti-
cos que se autoproclaman decentes, son los mismos que aplauden
cuando un político ladrón es indultado tras cumplir una parte ridí-
cula de su condena y sin haber devuelto lo robado, esos políticos
que así actúan no pueden ser considerados más que como cómpli-
ces de los otros ante tal comportamiento. Como se puede creer en
el programa político de quienes proponen la excarcelación de ase-
sinos en serie o violadores tras cumplir únicamente una parte mí-
nima de sus condenas, y esto de forma sistemática, pues incluyen
en sus códigos penales la excarcelación de los criminales en un
plazo breve con independencia de la gravedad de sus delitos. ¿Es
que acaso se identifican con ellos? Es evidente que lo que hacen
es preparar el código penal para cuando se les aplique a ellos.
Esos políticos sinvergüenzas, hablan de ser humanitarios con los
delincuentes, pero se refieren a ser condescendiente con los cri-
minales o los ladrones como ellos, nunca a hacer justicia con las
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