Mis ideas filosoficas 2 | Page 12

CAP 2 - POLÍTICA LA LIBERTAD DE OPINIÓN Resulta patético ver que cuando los medios de comunicación ha- blan de la libertad de opinión generalmente se refieren a la liber- tad para condescender con la línea marcada por las grandes po- tencias, esto es así porque en cuanto alguien se sale de esos pará- metros enseguida se le tacha de antisocial y se inventan palabras para asociar su opinión con enfermedades con el fin de desacredi- tarle. En realidad, este tipo de personas solo son oportunistas que navegan al son de la corriente y siempre se asocian con el poder de su tiempo, estos sí que son unos traidores a la humanidad, por- que se supone que toda idea debería ser respetada siempre que se plantee de forma pacífica, pero cuando alguien se sale de las ver- dades establecidas por los poderes fácticos enseguida surgen vo- ces pidiendo que se les tape la boca. ¿Es que acaso temen que los ciudadanos expresen su derecho a pensar libremente? Estos que hablan de la libertad de expresión, pero solo cuando favorece lo que ellos quieren, no son mejores que aquellos que quemaban a los científicos por decir la verdad durante la edad media. Y digo esto a propósito de quienes hoy en día persiguen a quienes se oponen a condescender con el mestizaje de las razas o la ho- mosexualidad, enseguida inventaron palabras como xenofobia y homofobia con el fin de impedir que los ciudadanos entren a valo- rar la raíz de los hechos objetivamente, no son capaces de com- prender que respetar no es lo mismo que colaborar, y el hecho de que uno respete a quienes apoyan la homosexualidad no implica que este bien, y por lo tanto no obliga a colaborar con ello. Pero estos oportunistas solo esperan el premio por ir en consonancia con el gran imperio de los Estados Unidos, ese imperio que habla de los derechos humanos y al mismo tiempo permite la existencia de millones de pobres en sus calles, generalmente de las minorías étnicas, ese imperio que apoya el mestizaje únicamente para po- der justificar la ocupación del resto del mundo y que se niega a reconocer fronteras raciales para así tampoco reconocer las políti- cas. Es cierto que los nazis fueron crueles con las minorías étnicas durante la segunda guerra mundial, pero eso no significa que por 12