Micronet Revista bacterio | 页面 16

Los prebióticos son principalmente carbohidratos que no pueden ser digeridos por el intestino delgado y son fermentados por la microbiota del colon. De esta forma favorecen la proliferación de bacterias intestinales como son las Bifidobacterias y los Lactobacilos. Los principales prebióticos utilizados en alimentación son los fructo-oligosacáridos (FOS) y la inulina. Los FOS están incluidos de forma natural en especies vegetales como los espárragos, puerro, ajo, alcachofa, achicoria y cebolla. La inulina se encuentra en alimentos como trigo, cebolla, ajo, puerro y plátano. Estos preparados de probióticos y prebióticos: 1. Proporcionarán una barrera frente a microorganismos patógenos con lo que protegerían frente a la diarrea infecciosa y la asociada a antibióticos. 2. Mejorarían la absorción de nutrientes como el calcio, potenciando la mineralización de los huesos. 3. Por su indigestibilidad, pueden ser considerados como una forma de fibra soluble, contribuyendo a disminuir la consistencia de las heces, mejorando así el tránsito gastrointestinal, y reduciendo la formación de sustancias cancerígenas y, por último. 4. Por su efecto modulador del sistema inmunitario, podrían mejorar y prevenir procesos alérgicos como la dermatitis atópica. La microbiota intestinal se define como el conjunto de comunidades de microorganismos vivos que colonizan el intestino [10]. Se estima que el tracto gastrointestinal está colonizado por unos 10 14 microorganismos pertenecientes a más de 1.000 especies de tres Dominios –Eukarya, Archaea y Bacteria–, en su mayoría pertenecientes al Dominio Bacteria [11]. Durante los últimos años dos grandes proyectos llevan a cabo la tarea de descifrar la estructura y funcionalidad de la microbiota intestinal humana, así como su relación con enfermedades. Los probióticos y prebióticos en la obesidad y las alteraciones del metabolismo Una investigación realizada con ratones a los cuales se les administró una leche fermentada con Lactob acillus gasseri SBT2055 redujo el tamaño de los adipocitos del tejido adiposo mesentérico y aumentó su número en el tejido adiposo retroperitoneal y mesentérico, y redujo los niveles de leptina en suero, lo que sugiere un efecto en la regulación del crecimiento del tejido adiposo y, posiblemente, en la obesidad. Algunos prebióticos, como los fructooligosacáridos derivados de la inulina, también han ejercido efectos beneficiosos sobre la ingesta y diversos parámetros metabólicos e inmunológicos. En modelos animales, los efectos beneficiosos de la oligofructosa se han vinculado, en parte, a los productos de su fermentación por la microbiota del colon, responsable de la generación de ácidos grasos de cadena corta, como el ácido butírico. El ácido butírico parece promover la diferenciación de células L en el colon proximal y aumentar así la síntesis de GLP-1, lo que puede favorecer la sensación de saciedad. Entre los estudios realizados in vivo en humanos, podemos mencionar la valoración de los efectos de la administración de un producto probiótico que contenía la cepa Lactobacillus plantarum 299v a fumadores durante 6 semanas, que condujo a la disminución de la presión arterial sistólica, la leptina y el fibrinógeno en suero, y, por tanto, del riesgo cardiovascular. No obstante, también se han realizado estudios de intervención UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE CUNDINAMARCA Facultad ciencias de la salud Bacteriología y Laboratorio Clínico